La ciudad de La Paz cuenta con 364 ríos, riachuelos y afluentes, de los cuales tres que cruzan el sur de la urbe generan amenaza a La Paz, entre ellos el Huayñajahuira que, con sus ondas pulsantes, destrozó aceras y puentes, durante las lluvias registradas en la semana.
Los ríos Jillusaya, Huayñajahuira e Irpavi son los más peligrosos para los habitantes de La Paz, debido a sus características de alta montaña con pendientes pronunciadas que derivan que sus aguas, en temporadas de lluvia, descienden a una velocidad intensa y con turbulencia y generen ondas pulsantes de hasta siete metros, según información de la Municipalidad.
El director de Prevención de Riesgos, Jaime Tinini, explicó que dichos afluentes tienen una característica “muy súbita”. En temporada seca las aguas no conducen material de arrastre, pero en tiempo húmedo sí y se vuelven “temibles y amenazantes”.
“En estos ríos de alta montaña se generan comportamientos críticos, turbulentos, que el agua baja con una altura considerable y una fuerte velocidad y turbulenta, el comportamiento de las partículas del agua es caótica y cuando encuentra obstáculos se generan resalto hidráulico u ondas. Tienen un ascenso, una cresta y un descenso, pero no solamente es líquido, también es material de arrastre, este material coadyuva a la peligrosidad de las ondas”, explicó.
Agregó que para afrontar dicha peligrosidad, el personal de la Secretaría Municipal de Gestión Integral de Riesgos (Smgir) está preparado técnica y operativamente. “También preparamos a la gente para contrarrestar cualquier evento dificultoso, cualquier adversidad”.
La Comuna cuenta con la unidad del Sistema de Alerta Temprana (SAT), dependiente de la Smgir, que tiene más de 60 puntos de monitoreo establecidos en sectores estratégicos de ríos, cuencas, subcuencas, puentes, pasarelas y otros. Posee cámaras que miden el nivel de altura de los ríos. “Miden el comportamiento hidráulico de cada río, miden la cresta de cada onda”, explicó la autoridad en entrevista con Cadena A.
El sistema cuenta además con un radar meteorológico de área local, cámaras de videovigilancia y pluviómetros establecidos en puntos seleccionados estratégicamente.
“Nuestro sistema montado en Alto Obrajes detecta toda irregularidad o fenómeno en las cuencas, trabajando las 24 horas, los técnicos que estamos esparcidos en toda la ciudad son responsables de recibir esta alerta de crecimiento de los ríos o de las precipitaciones en alta montaña, intensa o suave, eso nos hace mover (al personal)”, explicó Tinini.
A través del radar meteorológico de área local, la Comuna advierte la presencia de nubes negras con frente frío en alta montaña o cuenca alta, antes de que se presente la lluvia.
De esta manera se puede desplazar personal y maquinaria y prevenir tragedias. “Hay que anticiparse a las lluvias, por eso es que cerramos anticipadamente la avenida Costanera (en la zona Sur)”, dijo.
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