Wednesday, April 18, 2018

Detalles de los riesgos zonales Concejo recomienda actualizar mapa de riesgos de urbe paceña

En el marco de las sesiones distritales, el Concejo Municipal pidió al Ejecutivo actualizar el Mapa de Riesgos por considerar que ese aspecto se convierte en un obstáculo para la aprobación de las planimetrías.

La recomendación se plasmó en la Minuta de Comunicación que fue considerada por el pleno del Concejo Municipal, que al término de la sesión decidió aprobarla por unanimidad.

El argumento sustentado por la concejal Cecilia Chacón se basó en mejorar la calidad de vida de los vecinos que están gestionando sus planimetrías, porque en ese proceso se topan con limitaciones que surgen por aquello que muestra el actual mapa de riesgos.

“Uno de los mayores problemas que se ha registrado en San Antonio es la demora en la aprobación de planimetrías y esto repercute en la asignación de recursos para la mejora de su infraestructura pública y obviamente en la calidad de vida de nuestros vecinos y vecinas; por eso, solicitamos con carácter preliminar a la Secretaría Municipal de Gestión Integral de Riesgos (Smgir) realizar un estudio de actualización de este mapa, sabemos lo costoso que es”, indicó la autoridad.

A manera de ejemplo, refirió el caso del Macrodistrito San Antonio, que ha recibido una importante cantidad de inversión en los embovedados y en otros trabajos que mitigan los efectos de las precipitaciones pluviales, que posibilitan un segundo análisis al momento de evaluar los trámites de planimetría de las zonas de este sector.

UNIDADES EDUCATIVAS

En las sesiones distritales se abordó también el cumplimento a compromisos asumidos al respecto, para refaccionar tres unidades educativas.

En este tema, el Concejo Municipal aprobó la segunda Minuta de Comunicación en la que se pide se ejecuten los trabajos de mantenimiento y reposición de mobiliario de las Unidades Educativas Genoveva Ríos, Copacabana y Niño Jesús, de la zona San Antonio.

“En enero realizamos inspecciones a las unidades educativas, entre ellas la U E Genoveva Ríos, en la cual el alcalde se había comprometido, en gestiones anteriores, llevar adelante una refacción y remodelación de la infraestructura. También debería haberse instalado unas aulas prefabricadas y dispuesto de mobiliario necesario, para garantizar que los niños y las niñas puedan seguir desarrollando sus actividades de manera normal”, informó la concejal Chacón.

Reconoció que en algunos casos, las tareas comprometidas y no cumplidas tienen como responsables a terceros, que suelen tener conflictos al momento de finalizarlas; pero que, en otros casos, se trata de “el manejo de fechas de manera taxativa y comprometida, que genera una expectativa que ha sido defraudada varias veces”, añadió.

DATOS

- De acuerdo con el actual mapa de riesgos, en la ciudad de La Paz, existen 36 zonas que son monitoreadas constantemente por encontrarse en sectores inestables, pero siete son consideradas con muy alto peligro y en ellas debe ejecutarse obras de estabilización.

- Pampahasi, Limanipata, Valle de las Flores, Villa Armonía, Alto San Isidro, Alpacoma, Inca LLojeta, Ciudadela Stronguista, Condores Lakota, Chasquipampa y Jupapina se encuentran entre las 36 zonas con riesgos.

- Entre las zonas de riesgo hay siete sectores en la ciudad de La Paz que presentan serias dificultades y que tienen que ser intervenidas.

- El mapa municipal de riesgos detalla que de las 18.000 hectáreas de la mancha urbana, el 10% es de muy alto riesgo, 21% de alto riesgo, 41% de riesgo moderado, 22% de riesgo bajo y sólo el 6% de riesgo muy bajo.

Monday, April 16, 2018

Según experto: Inundaciones son cada vez menos “naturales”

La vida de más de un centenar de familias cambió en un abrir y cerrar de ojos en la tarde del 6 de febrero en Tiquipaya. Un aluvión (arrastre de sedimentos) enterró casas, destruyó autos y acabó con cinco vidas. El desastre no sólo provocó pérdidas humanas y materiales, sino también llamó la atención sobre el mercadeo de tierras, el descontrol de la mancha urbana y la falta de prevención de riesgos.

El arquitecto urbanista Huáscar Bolívar investiga desde hace más de una década el impacto de los desastres en la región metropolitana y remarca que hace mucho tiempo la comunidad científica ha negado la expresión “desastres naturales”, porque entendió que las inundaciones y otros fenómenos son parte dinámica de la tierra.

Los desastres son, en realidad, los “efectos” e “impactos” severos de esas manifestaciones y de otras causas.

Además, advierte que sostener la idea que los desastres son naturales incrementa el nivel de vulnerabilidad de la sociedad; más bien, propone que los fenómenos resultan de una cadena de factores.

Explicó que hay cuatro tipos de amenazas: naturales, socionaturales, antrópicas y antrópicas tecnológicas.

Por ello, la informalidad urbanística es una amenaza porque los nuevos asentamientos se dan en suelos empobrecidos, débiles y en servidumbres ecológicas.

El problema es que todavía “la construcción de viviendas es por autogestión, por esfuerzo personal y cuando los ingresos son bajos, se busca un suelo de bajo precio y tiene esas características”.

La dificultad de acceder a los planes de vivienda y los requisitos de los créditos bancarios alientan la aparición de un mercado informal, donde están los loteadores. También alienta la venta de tierras agrícolas y la fragmentación de terrenos comunitarios.

Eso y otros factores como los altos costos impositivos y la ausencia de una oferta de tierras que se puedan ser urbanizadas obligan a la gente a acceder al mercado informal, incluso, a avasallar tierras.

El deterioro de las condiciones de vida en la ciudad también es una amenaza e incrementa la vulnerabilidad.

Bolívar advierte que aunque la brecha de la pobreza se ha acortado, los desastres se registran con mayor intensidad entre la población urbana pobre.

Una explicación puede ser que el acceso a la ciudad que tienen los migrantes está acortando la participación y hay menos acceso a los servicios. “Entonces los pocos recursos que se tienen se usan para sobrevivir”, declaró.

Explicó que “si las políticas de suelo son adecuadas, pero no hay una gestión de suelos hay un efecto dinámico de riesgo que genera amenazas y aumentan la vulnerabilidad de los asentamientos.

Antes se estimaba que alrededor de 600 hectáreas en el área metropolitana se inundaban normalmente en época de lluvia, pero eran campos de cultivo y ahora hay urbanizaciones informales expuestas. En su estudio Bolívar muestra la incidencia de los desastres desde 1992 hasta 2008 y los efectos. (Agencias)

Bermejo Dos muertos y un desaparecido por turbión

Dos personas murieron y una está desaparecida a consecuencia de un turbión en el río de Bermejo, quienes fueron arrastradas mientras intentaban cruzar y son sorprendidos por el aluvión. El hecho de registró en la comunidad de Nogalitos, del municipio de Bermejo.

Según reporte de medios locales, cuatro comunarios que pretendían cruzar el río fueron arrastrados por el turbión. Dos fueron encontrados muertos, uno sigue desaparecido y otro logró escapar y salir por sus propios medios.

Las dos personas encontradas sin vida corresponden a los nombres de Elio Valdez, de 16 años, y José Ramos, de 32 años.

El personal de la Unidad de Bomberos de ese municipio continúa con los operativos de búsqueda de Edilberto Valdez, de 40 años de edad.

Los comunarios, todos de sexo masculino, intentaban cruzar a la república de Argentina para comprar semillas, pero fueron investidos por la crecida del río de Bermejo.