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Thursday, April 17, 2025

Activan alerta naranja en Pando por la crecida del río Acre

 El responsable departamental del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), Richard Benítez, informó este jueves que se activó una alerta Naranja por la crecida del río Acre, en Pando, para realizar en constante monitoreo ante el posible desborde en los cinco puentes amazónicos que se tiene en el departamento.

“La alerta Naranja hidrológica establecida hasta el 26 de este mes es por la probabilidad de crecida y desbordes de los cinco puentes amazónicos que se tiene en el departamento de Pando”, señaló en una entrevista con Bolivia Tv.

Las intensas precipitaciones se registraron desde la pasada semana en sectores altos, como la localidad fronteriza de Bolpebra, lo que provocó que haya un descenso en el nivel del agua, que anticipa el incremento progresivo del caudal del río Acre en Cobija.

Benítez indicó que el municipio de Bolpebra tiene un nivel de 5 metros con 47 centímetros de crecida del río y Cobija está con un nivel de 9 metros con 87 centímetros, según el reporte del seguimiento del Senamhi.

“Recomendar a las familias que viven a orillas de los ríos que tengan precaución, hay una alerta y al mismo tiempo una visibilidad de crecida de ríos que puede afectar físicamente con la integridad de ellos y la pérdida de cosas materiales Pedimos estar atentos a toda información que se emita, tanto del Senamhi o entidades similares”, manifestó Benítez.


Monday, April 14, 2025

Beni reporta más de 5.000 reses muertas y pérdidas que superan los $us 34 millones por inundaciones

 La situación en Beni es crítica. Hasta el momento, el sector ganadero ha reportado pérdidas por más de 34 millones de dólares. Desde comienzos de año, la región amazónica ha sufrido los embates del clima: las intensas lluvias inundaron las pampas del departamento, afectando gravemente la actividad ganadera.

Aunque las precipitaciones han cesado, las consecuencias persisten. Muchos animales se han quedado sin alimento debido a los pastizales anegados. Según datos de la Federación de Ganaderos del Beni (Fegabeni), ya se ha registrado la muerte de más de 5.000 cabezas de ganado.

La mayoría de los decesos se debe al agotamiento y falta de alimento. Muchas de las reses han muerto mientras eran evacuadas a zonas más altas, por cansancio o por picaduras de víboras. 

En medio de la emergencia climática que afecta a gran parte del departamento de Beni, los testimonios de los productores ganaderos retratan una realidad dura.

“Cuando usted empieza a mover ganado es pérdida. Hay vacas que malparen, otras que después no quieren al ternero. Algunas quedan rengas, hay que traerlas o meterlas al matadero aquí en San Joaquín. Ya no dan más”, señaló Orlando Álvarez, productor ganadero de San Joaquín.

El nivel del agua sigue siendo una amenaza. “En la altura el ganado se mantiene bien, gordo, lleno, pero solo unos 40 días. Si el agua no baja en dos o tres meses, el ganado empieza a debilitarse. Y después llegan los sures. Ahí es cuando más nos perjudica. Se caen las vacas, dejan de dar leche, la guacha no se desarrolla bien y a veces se muere la vaca”, contó el ganadero.

Reporte de perdidas

De acuerdo con un levantamiento de datos de Fegabeni, hasta la fecha por las inundaciones se han registrado pérdidas por más de 34 millones de dólares en el sector ganadero. 

El reporte señala que la mayor pérdida económica proviene de la merma de peso en el ganado bovino, estimada en 19,2 millones de dólares. Las lluvias intensas anegaron extensas zonas de pastura, reduciendo la alimentación del ganado y afectando su desarrollo.

Además, el informe detalla que 2,2 millones de dólares de pérdidas corresponden por muerte de bovinos y otros 3,7 millones por daños en infraestructura ganadera. A esto se suma 552.000 por gastos en la movilización de animales a zonas más altas, y 8,3 millones por afectación a otras especies animales.

Los datos fueron actualizados al 7 de abril y reflejan el impacto acumulado desde el inicio de la temporada de lluvias. Beni es una de las principales regiones ganaderas del país, con vastas extensiones dedicadas a la cría de bovinos.

Esta cifra pude ser mayor porque aún falta los datos de las zonas por donde va pasando el turbión del gran río Mamoré, que pasará por la Provincia Yacuma (Santa, Exaltación), luego Puerto Siles, hasta llegar a Guayará.

Nivel de los ríos

Los niveles de los ríos en el departamento del Beni continúan generando preocupación, según el último monitoreo realizado por la Federación de Ganaderos del Beni (Fegabeni), en base a datos del Servicio de Meteorología (SEMENA) y el municipio de San Ramón. 

El informe, actualizado al 9 de abril de 2025, indica que varias estaciones de medición fluvial se encuentran en niveles de alerta roja y naranja, lo que refleja una situación de riesgo persistente tanto para comunidades como para el sector productivo.

Las estaciones de Camiaco, Los Puentes, Puerto Almacén y Loma Suárez presentan niveles clasificados en alerta roja, es decir, por encima del nivel de barranco. Esta condición implica una alta probabilidad de desbordes e inundaciones en zonas aledañas.

En tanto, Guayaramerín, Cachuela Esperanza, Itonama y Riberalta registran niveles de alerta naranja, lo que significa que el nivel del agua es alto y puede representar un peligro inminente si las lluvias continúan.

Otras estaciones como Puerto Villarroel y San Ramón (Machupo) se encuentran en alerta amarilla, correspondiente a niveles medios, que, si bien no representan una emergencia inmediata, requieren monitoreo constante. La única estación con niveles bajos y fuera de riesgo aparente es Puerto Junín (Santa Ana), donde las lecturas se mantienen estables.

El monitoreo comprende 12 puntos estratégicos del sistema fluvial de Beni, una región duramente afectada por las lluvias en los últimos meses.

Beni reporta más de 5.000 reses muertas

Wednesday, April 9, 2025

Hay medio millón de familias afectadas por las lluvias en el país

 Un total de 594.859 familias afectadas, 136 municipios declarados en desastre y otros 26 en emergencia, son las cifras que arrojan las intensas lluvias registradas desde noviembre del 2024. Así lo confirmó este miércoles el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes.

"Los datos han sido actualizados, ahora son: 136 municipios en desastre, 26 en emergencia, lo que afecta a 245 municipios, 6.208 comunidades; 421.626 familias afectadas y 173.233 familias damnificadas, si sumamos ambas (cifras) estamos ya en 594.859 familias", detalló el viceministro, en conferencia de prensa. 

Se supo que más de 2 millones de personas fueron impactadas por las lluvias. Además, 1.229 viviendas fueron completamente destruidas, 55 personas perdieron la vida y 8 aún permanecen desaparecidas.

El pronóstico

El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) pronosticó que las lluvias continuarán en abril y mantiene la alerta hidrológica de prioridad Naranja para los departamentos de La Paz, Santa Cruz, Oruro, Potosí, Chuquisaca, Cochabamba y Beni.

"El peligro no ha pasado, por lo que debemos estar preparados y en constante alerta", subrayó la autoridad en una entrevista con Bolivia TV.

En respuesta a la emergencia, Defensa Civil distribuyó más de 260 toneladas de ayuda humanitaria a ocho departamentos, para beneficio de 46 municipios y 15.959 familias. Además, se movilizaron 38.980 horas máquina para atender a 37 municipios afectados.

"El Gobierno ha comprometido una inversión de Bs 34.439.000, lo que representa un esfuerzo sin precedentes en la respuesta a este tipo de eventos", agregó Calvimontes, quien destacó que este desastre se considera un “evento extraordinario”, especialmente porque el país aún deberá enfrentar otros fenómenos climáticos como heladas, granizadas, sequías e incendios en los próximos meses.



 

Monday, April 7, 2025

Beni se ahoga: El agua cubre las pampas y arrincona la ganadería; un drama que golpea a la población

 “Allá está lleningo de agua”, así describe Renán Suárez la situación de su hacienda ubicada en Pojije. Las lluvias desbordaron el cauce de los diferentes ríos del Beni, lo que ha obligado a los ganaderos, como Suárez, a evacuar sus animales hacia zonas más altas. Para esta operación barcazas que se desplazan por el rio Mamoré hasta Puerto Almacén, en Trinidad. Todo este operativo dúplica sus costos.

El traslado es una odisea. Los bajíos y pampas donde antes pastaban las reses se han convertido en extensas lagunas, lo que hace que la evacuación de los animales sea costosa. De hecho, Suárez financia el traslado de su ganado con la venta de un lote de 37 cabezas que remató en Trinidad.

“Este ganado es mío”, dice, señalando las reses que viajan con él. “Es para venderlo y sacar el otro ganado mío”, agrega.

Pero no son las únicas: ya ha movido unas 200 cabezas y calcula que aún le quedan por sacar unas 800, junto a sus caballos y yeguas.

El trayecto no ha sido fácil. Viajaron toda una noche por el río para llegar a una zona más alta. “El ganado se está enflaqueciendo”, lamenta. “Allá hay harta agua. Hartísima. No es poquito”.

La situación, dice, es la misma en todas las estancias del sector. “Todo está inundado ahorita”.

Mientras habla, Suárez revela otra realidad aún más dolorosa: las pérdidas. “Se me han muerto 60”, confiesa. “Y esos ya no sirven ni para carnear”. Estima que en su zona ya han muerto al menos 200 reses, aunque algunas áreas, como Colombia —una estancia vecina—, no han podido rescatar casi nada.

El agua no solo mata, también paraliza. La falta de transporte se convierte en otro enemigo. Las chatas —balsas planas diseñadas para el traslado de animales— son escasas. Las que hay pertenecen a otros ganaderos que tiene un poco más de capital. 

Una situación similar se vive en San Ignacio de Moxos. Allí el campo huele a humedad. Las lluvias, que llegaron como un golpe seco desbordando los ríos Secure, Apere y Tijamuchi, sumergiendo hectáreas enteras y dejando a más de 150 productores ganaderos con el agua al cuello.

“Estamos con mucha agua”, dice Arial Arias, presidente de la Asociación de Ganaderos del municipio, luego agrega que “el río ha rebatido, y nos ha agarrado desprevenidos. Pensamos que este año no iba a llover como el pasado. Pero llegó de golpe, y ya estamos en emergencia”.


El hato ganadero de la provincia Moxos asciende a 360.000 cabezas, y en todo el departamento, la cifra se dispara a unos 3,7 millones, lo que convierte al Beni en un actor importante de la ganadería del país. 

No obstante, el cambio climático —ese enemigo silencioso— ha jugado su carta más impredecible: primero, la sequía y los incendios; ahora, la inundación. Después vendrán los vientos del sur, el último golpe para los animales ya debilitados.

“Ya estamos viendo la mortandad”, advierte Arias. “Primero se mueren los más vulnerables: las vacas viejas y las ‘huachitas’, los recién nacidos. No aguantan ni el agua ni el frío que viene”.

Larga espera

La tragedia es lenta. A medida que las aguas bajen, lo que quedará será un paisaje de barro y pasto inutilizable. Lo peor es que los productores tendrán que esperar entre cuatro y cinco meses para que el pasto vuelva a servir. Mientras tanto, mudan el ganado a tierras más altas. “Pero eso encarece todo”.

El costo de producción se duplica. Donde antes un productor invertía Bs 1.000 por animal, ahora el gasto supera los Bs 2.000, sin contar los insumos: vitaminas, minerales, medicamentos para salvar lo que se pueda. 

“Una hectárea de pasto cultivado apenas da para dos animales. Hay que alquilar, mover, pagar. Cada animal puede perder hasta 100 kilos de peso vivo, y eso se traduce en 50 kilos menos al faenarlo. Una pérdida brutal”, señaló.

Miguel Arias es uno de los 150 ganaderos afectados por las lluvias. Su predio la Laguna se encuentra a escasos metros del rio Aperé, que de un día para otro se desbordó atrapando a parte de su ganado que pastaba en una pampa cerca de esta afluente. 

“El Apere lo tengo en ese monte que se ve... y de la noche a la mañana botó y llenó todo de agua”, cuenta señalando una línea de árboles que apenas sobresalen sobre un mar de agua color marrón.

La última vez que vio algo similar fue en 2014. Al igual que otros productores, Arias, decidió trasladar su ganado a un pampa más elevada cerca de la carretera. 

Pero las zonas altas no dan abasto. Y si el agua sube más, el ganado no tendrá dónde pastar. El alimento escasea, y comprar forraje no es opción: “Acá no llega. Eso es lo triste. Tiene que traer del de Santa Cruz... cuando se puede. Ahorita con el tema del combustible, camiones no aparecen”, agrega.

El ganado de Miguel pastorea en 900 hectáreas sembradas de pasto que ahora están bajo agua. Si el nivel baja, aún deben esperar unos dos meses para que vuelva a brotar, si no se ha podrido. 

Por eso la carretera se ha convertido en potrero improvisado, con reses de todos los vecinos pastando donde puedan. 

La presión de la situación los obligó a tomar decisiones drásticas: “Hemos sacado unas 700 cabezas. Para carnear. Así a lo rápido”, dijo el productor.

El precio de la carne, paradójicamente, se mantiene: 28 bolivianos en La Paz, 33 en la zona. Pero el ganadero pierde igual: los animales evacuados bajan de peso, el pasto escasea, el tiempo juega en contra. “Cinco pesos por kilo es harto”, dice, haciendo cuentas que no cierran.

Mientras tanto, en algún punto de la sabana anegada, entre cercas sumergidas y vacas desplazadas, Oscar Ortiz Suárez camina con las botas llenas de lodo y ropa empapada. Su lechería, que durante años fue fuente de sustento y orgullo, hoy yace bajo un manto de agua turbia y estancada. Ya va para un mes, y el nivel no baja. No corre, no cede. Solo está ahí.

“Llevamos ya va a ser un mes con el agua”, dice mientras señala los potreros y los corrales donde ya no se puede ordeñar. “Está completamente todo cubierto de agua”, dijo el productor.

El desastre no es solo suyo. Detrás de su finca, un barrio entero sufre lo mismo. Hay más productores y más familias afectadas.

La solidaridad es entre ellos, porque del otro lado, donde deberían estar las instituciones, no hay nadie. “Nosotros del gobierno hace años no recibimos nada. Trabajamos con nuestros propios recursos, movemos a nuestra gente”, denuncia.

Oscar tiene entre 218 y 300 cabezas de ganado lechero. “Y ahora tenemos que sacarlos a las partes altas, pero igual, ¿dónde ordeñamos? ¿Dónde sacamos la leche, el queso?”, se pregunta

Afectación

Las intensas lluvias y el desborde de ríos han puesto al municipio de San Ignacio de Mojos en estado de emergencia. El alcalde Juan Carlos Abularach, dijo que más de 900 familias han sido afectadas por las inundaciones, que golpean a los cinco distritos municipales y al centro urbano de la capital. 

“El municipio ha colapsado”, afirmó el alcalde. 

Según relató, desde noviembre de 2024 se iniciaron gestiones con la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) para la limpieza de canales de desagüe. Sin embargo, las limitaciones logísticas impidieron que los trabajos se ejecutaran a tiempo, lo que agravó los efectos de las lluvias una vez iniciado el período de precipitaciones.

A pesar de que en diciembre y enero el gobierno municipal realizó la limpieza de canales en el casco urbano y sus distritos alejados, el esfuerzo no fue suficiente frente a la magnitud del fenómeno climático. 

“Cuando se intensificaron las lluvias y comenzaron a bajar las aguas de las partes altas del país, ya no se pudo contener más”, explicó Abularach.

El municipio de San Ignacio, ubicado en la provincia Moxos, al sur del departamento del Beni, se convierte en una especie de “recipiente natural” que recoge las aguas antes de su distribución hacia el centro y norte del departamento, lo que incrementa su vulnerabilidad.

El distrito más afectado es Tipnis, donde más de 650 familias han sido damnificadas. Le siguen San Lorenzo, San Francisco y el propio centro urbano. Unas 50 familias han sido alojadas en un albergue temporal en la capital del municipio, con acceso a servicios básicos y alimentación.

La semana pasada, el municipio logró consolidar los informes técnicos de los distritos y con ello declarar oficialmente el estado de desastre, lo que permitió solicitar apoyo al Gobierno Departamental y Nacional. 

“Recién pudimos declarar la emergencia porque necesitábamos contar con informes especializados y certeros de cada distrito”, detalló el alcalde.

En el Beni, el agua ha dejado de ser vida para convertirse en amenaza. Las lluvias han borrado los caminos de esta región, también ha convertido las pampas en lagunas y sumido al ganado en una lenta agonía.

Beni se ahoga

Lluvias golpean a 590.529 familias y cinco regiones son las más afectadas

 Las lluvias siguen causando estragos en el país. Hasta el  momento, más de 590.000 familias de 232 municipios están afectadas por las inundaciones y el número de fallecidos subió a 55,  informó el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes.

El fenómeno de La Niña y el cambio climático castigan al país con intensas lluvias que han provocado riadas, inundaciones, deslizamientos y colapsos de la infraestructura. Este domingo, los alteños se vieron sorprendidos con una granizada que dejó calles cubiertas de un manto de hielo, afectando el tránsito vehicular; mientras que en Beni las inundaciones golpean a los ganaderos, que se ven obligados a trasladar sus reses a terrenos más altos, pero el problema principal radica en la alimentación.  

Hasta la fecha, tres departamentos se han declarado en desastre: Beni, Oruro y Chuquisaca; mientras que La Paz y Santa Cruz se encuentran en emergencia departamental. 

egún el reporte de Calvimontes, 127 municipios se han declarado en desastre y 25 en emergencia, sumando 252 municipios con algún grado de afectación.

Son 6.174 comunidades con daños, 419.628 familias afectadas y 170.901 familias damnificadas y en total ya suman 590.529. Además, 1.204 viviendas han sido completamente destruidas, 55 personas han perdido la vida y ocho continúan desaparecidas.

Sin embargo, el número de fallecidos puede aumentar. Este domingo la Armada Boliviana rescató a cinco personas y recuperó el cadáver de una bebé, luego de que una barcaza se volcara en el río Beni.

Andrés Willy Paz Estrada, subcomandante departamental de Policía de La Paz, informó que la barcaza llevaba a los integrantes de una familia, entre ellos unas mellizas de un año. Los grupos de rescate encontraron el cadáver de una de las bebés y se busca el cuerpo de la otra.

El hecho ocurrió la tarde del  sábado, en el sector conocido como El Susse. Según reportes, la familia se dedicaba a la producción de plátanos.

Hasta la fecha también se evacuaron a 103 familias en La Paz, Santa Cruz y Potosí.

El viceministro Calvimontes explicó que las alertas por crecidas y posible desborde de ríos se mantienen en el territorio nacional ante los pronósticos que continuarán las lluvias este mes de abril.

Informó que la alerta hidrológica roja está vigente en 78 municipios de Chuquisaca, La Paz, Cochabamba, Potosí, Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija; y la alerta naranja en 236 municipios de los nueve departamentos. Además, se han emitido avisos por fuertes vientos en Santa Cruz, Beni, Chuquisaca, Tarija y Cochabamba.

Calvimontes precisó que se requieren al menos Bs 122 millones para atender las necesidades generadas por desastres naturales.

 Asistencia médica

Por su parte, Milton Gonzales, jefe de la Unidad de Riesgo de Emergencias, informó que brigadas médicas están desplazadas en  los departamentos de Beni, La Paz, Santa Cruz, Tarija y Potosí, donde han brindado 4.041 atenciones. 

El departamento más afectado es Beni, con 2.295 atenciones en los municipios de Riberalta, Reyes, Rurrenabaque, San Borja, San Ignacio de Moxos, Loreto y Trinidad. Le sigue el departamento paceño, con 987 atenciones en La Paz, Quime, Caranavi y Tipuani. 

En Santa Cruz se contabilizan 349 atenciones distribuidas en Pailón, El Puente, Lagunillas, Yapacaní, Ascensión de Guarayos, San Julián y Moro Moro. Tarija reporta 297 atenciones en los municipios de Villa Montes y Yacuiba; mientras que en Potosí se dieron 102 asistencias en Llallagua. En el departamento de Pando las brigadas llegaron hasta  Cobija y Bella Flor.

Las afecciones más comunes fueron resfríos, laringitis, diarreas, micosis y cefaleas, asociadas principalmente a la exposición prolongada a la humedad y la falta de acceso a servicios básicos en las comunidades damnificadas.

 


Thursday, April 3, 2025

Más de 200 municipios y 591 mil cabezas de ganado, afectados por lluvias e inundaciones en todo el país

 En su último informe sobre la situación del sector agropecuario por efecto de las lluvias en el país, el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Yamil Flores, informó este jueves que actualmente existen afectaciones en más de 200 municipios de los nueve departamentos, de los cuales 114 se encuentran en emergencia. 

“Son 154.920 productores afectados en todo el país, en 2.817 comunidades. De las 3.035.893 hectáreas que hemos cultivado esta gestión, 108.000 fueron afectadas. Eso significa un 3.6% del total de la tierra que trabajamos o que son productivas en el país”, indicó Flores en conferencia de prensa realizada en Santa Cruz. 

En ese sentido, en el sector pecuario se reportó que 591.412 cabezas de ganado camélido y bovino han sido afectadas, sobre todo por la falta de forraje como alimento e inundaciones.

En cuanto al departamento de Santa Cruz, son seis los municipios con mayor afectación: Ascensión de Guarayos, Okinawa, Cuatro Cañadas, El Puente, San Julián y Pailón. “Son 110 comunidades con reportes en la afectación agropecuaria. Hay 3.242 productores que reportan daños y la cantidad de hectáreas son 45.492 solo en el departamento de Santa Cruz”, sostuvo la autoridad.

Asimismo, en el departamento cruceño, existen unas 15.232 cabezas de ganado afectadas. “Estamos planificando, junto a los productores, recuperar la producción que está siendo afectada en la campaña de invierno que vamos a empezar a planificar junto con ellos los días siguientes”, agregó Flores. 

Según el ministro, el Ejecutivo ha solicitado al Consejo Nacional para la Reducción y Atención de Desastres y Emergencias (Conarade) Bs 88 millones que permitirán recuperar las pérdidas en los sectores agrícola y ganadero. “Es cierto que el panorama de afectación en la producción estamos bajando de una previsión que teníamos en la producción óptima a buena, pero estamos seguros que no vamos a tener afectación en el tema de la alimentación para el pueblo boliviano”, indicó. 

Más de 200 municipios y 591 mil cabezas de ganado, afectados por lluvias e inundaciones en todo el país

Wednesday, March 26, 2025

Desborde del río Ichilo deja varias comunidades aisladas

 El rebalse del rio Ichilo sorprendió a los comunarios del sindicato Arenales la madrugada de este martes dejando a por los menos 20 familias aisladas. Asimismo, se conoce que son varias las hectáreas de maíz, soya, sorgo y otros alimentos los que están bajo el agua. 

“El agua se llevó todo, parece un mar y el nivel está a la cintura y no tengo a donde ir. A unas 20 familias nos sorprendió (el desborde del río) en la madrugada y no tenemos ni luz”, explicó Javier Cayo comunario de la zona. 

Por otro lado, las aguas del Ichilo también ingresaron a las comunidades de la TCO Yuracaré-mojeño arrasando con sembradíos de arroz, maíz, yuca, café y otros. “Ojalá las autoridades nos escuchen porque el año pasado el río se llevó varias casas y no recibimos ayuda” indicaba una de las pobladoras de la comunidad Asai. 

Las lluvias de los últimos días también provocaron desborde del río Yapacaní, que afectó a más de 1.700 hectáreas de arroz y soya, además de otro tipo de cultivos que aun no terminan de cuantificarse por los caminos totalmente intransitables. 

Ante este panorama, las autoridades anunciaron que el municipio de Yapacaní alista documentación parea declararse en zona de desastre.