El fenómeno climatológico de El Niño se fortaleció desde marzo de este año y podría llegar a ser uno de los más intensos de la historia en los últimos 65 años, según el pronóstico del Centro de Predicciones de la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés).
El Niño de este año es "considerable y se está fortaleciendo", según expertos del NOAA. Tendría su clímax entre octubre de este año y enero del 2016, pudiendo competir con el de 1997 que causó un caos climático en todo el mundo: desde deslaves en California hasta incendios en Australia.
Los expertos opinan que este evento climatológico se hará cada vez más fuerte a medida que vaya transcurriendo el año.
Por ello, debido a este perfilamiento como posible récord y las consecuencias que ya comenzaron a observar los expertos lo llaman "El Niño Godzilla".
Desde marzo la temperatura sobre la superficie de las aguas ecuatoriales del Pacífico aumenta, lo que hace que haya "cerca de un 95 por ciento de posibilidades de que El Niño persista durante el invierno 2015-16 en el hemisferio norte, antes de perder gradualmente su intensidad hasta primavera", precisa el Centro de Previsión del Clima (CPC) de Estados Unidos.
La temperatura en algunas zonas ecuatoriales del Pacífico en septiembre es de 2,1 grados Celsius por encima de lo normal, precisó en una teleconferencia de prensa Mike Halpert, director adjunto de la NOAA.
Intensidad
Este ascenso de la temperatura en el periodo de junio a agosto sitúa a El Niño de este año en el tercer lugar en intensidad, desde el comienzo de las observaciones y los recuentos de la corriente marina en 1950, precisó.
En los últimos 65 años sólo se registró una intensidad de recalentamiento superior en tres ocasiones: 1972-73, 1986-88 y 1997-98.
El Niño, causas y consecuencias
El Niño es un fenómeno natural de variabilidad climática que se desarrolla en el océano Pacífico tropical. Ocurre irregularmente (cada 2 a 7 años) y desencadena una serie de impactos extremos en el clima.
Este ciclo es conocido como Oscilación del Sur El Niño (ENSO, por sus siglas en inglés) y ocurre cuando los vientos del Pacífico que suelen soplar de este a oeste se debilitan (e incluso pueden cambiar de dirección) provocando un calentamiento irregular del océano, haciendo que el agua más caliente se esparza hasta Sudamérica.
Este evento afecta gran parte de África, Medio Oriente, India, el sureste asiático, Australia y América, regiones en las que vive la mitad de la población mundial.
Lluvia y sequía
Cuando El Niño está activo se reducen las precipitaciones en algunas regiones, mientras que en otras se incrementan las lluvias.
Si es intenso, calienta la atmósfera y cambia los patrones de circulación en todo el mundo, particularmente la corriente de chorro sobre el Pacífico, que se intensifica y deja caer tormentas más frecuentes e intensas sobre el oeste de Estados Unidos. También significa que lloverá más en la costa oeste de Sudamérica.
Si llueve más en Norte y Sudamérica, significa que el sur de Asia y Australia, que usualmente son lluviosos, quedarán anormalmente secos y habrá sequías.
Si El Niño es intenso, también afecta la temporada de ciclones en EEUU. Entre más caliente esté el Pacífico, más huracanes se generan. Sin embargo, habrá menos en el océano Atlántico.
Por otro lado, el Pacífico occidental tiende a presentar tifones más abundantes e intensos, lo que podría explicar por qué ya hubieron cinco supertifones en 2015. Usualmente, a estas alturas del año sólo había uno.
El clima no es lo único que se ve afectado, pues se produce un efecto rebote, tanto en la producción de alimentos como en la industria pesquera los cuales, a su vez generarán alzas en los precios. Muchos países que se verán afectados ya están realizando acciones preventivas.
Métodos para detectar
En el océano Pacífico tropical "El Niño" es detectado mediante diferentes métodos, que van desde satélites y boyas flotantes hasta análisis del nivel del mar, obteniendo importantes datos sobre las condiciones en la superficie del océano.
¿Será peor que el del 1997?
El Índice Oceánico de El Niño (ONI, por sus siglas en inglés) mide la temperatura de la superficie del mar en el Pacífico tropical. Cero es el promedio, los números positivos indican más calor y los números negativos indican más frío. Cualquier cosa que supere a 0,5 indica la presencia de El Niño y cualquier cifra superior a 1,5 indica un El Niño intenso.
El fenómeno más intenso fue en 1997-1998 y alcanzó un puntaje de 2,3.
La cifra actual para El Niño de este año es de 1.0, pero ha estado subiendo por cuatro meses consecutivos. Casi todos los pronósticos indican que El Niño de este año superará el 2,0… y muchos expertos pronostican que será El Niño más intenso desde que se empezó a llevar registro en la década de 1950.
"Los datos que tenemos nos indican que se trata de El Niño más fuerte desde 1997, pero obviamente los modelos climáticos sólo pueden predecir lo que sucederá a unos pocos meses vista, así que hay que ser precavidos", explica Bill Patzert, climatólogo del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.
Este nombre popular de El Niño se debe a los pescadores peruanos del siglo XIX quienes detectaron una corriente cálida en el océano que se presentaba alrededor de la Navidad. Por esta coincidencia festiva le llamaron "Corriente de El Niño".
CIFRAS DE 1997
El Niño de 1997 creó condiciones que mataron a 23.000 personas y causaron daños por cerca de 45.000 millones de dólares.
Varias partes de América Latina sufrieron lluvias torrenciales y deslaves.
EFECTOS EN DIFERENTES PARTES DEL MUNDO
A continuación, un detalle de los efectos que tendrá El Niño en diferentes partes del mundo.
Sudamérica. "En la región que va desde el norte de Chile hasta Ecuador, en la que se encuentran algunas de las zonas más áridas del planeta, El Niño hace que se den inviernos muy lluviosos. Además, en esa área, que cuenta con los mayores caladores de pesca comercial del mundo, si la temperatura del agua permanece inusualmente alta se produce un colapso en la pesca, lo puede impactar en las economías de esos países", explica a la BBC, Bill Patzert, climatólogo del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.
"En tanto, en el noreste de Brasil El Niño suele provocar sequía, mientras que en el sur de Brasil y el norte de Argentina se registran inundaciones".
En Bolivia, según Nikolay Salazar, del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), el fenómeno de El Niño puede afectar regiones de los departamentos de La Paz, Beni y Pando entre noviembre, diciembre de esta gestión y enero del próximo año.
Norteamérica. Pese a que el aumento de las precipitaciones puede ser una buena noticia para el suroeste de Estados Unidos por la sequía que atraviesa la región, también podría dar lugar a importantes inundaciones y deslaves, según Parzert.
Asia. En el continente asiático, en tanto, explica Patzert, "cuando el agua caliente se mueve hacia Sudamérica, en lugares como Filipinas o Indonesia se registran sequías extremas" y en algunos de estos países, en los que la agricultura supone un gran porcentaje del PBI, se puede dar un aumento del precio, lo cual afecta el valor de las materias primas a escala global.
Europa. "Los años en los que El Niño es potente se dan inviernos muy fríos, así como en el occidente de Rusia", explica el experto.
Otras regiones. Patzert señala que en años de El Niño "hay una temporada de huracanes más débil en el Atlántico", ya que los vientos que se dan no son favorables a la creación de sistemas tropicales. Al mismo tiempo en el Pacifico oriental, debido a la elevada temperatura del agua, se registra una temporada de huracanes muy activa, como la costa de Baja California".
"Mientras, el sur del continente africano y Madagascar tienden a verse afectados por la sequía, y áreas del África subsahariana, que son muy secas, experimentan más precipitaciones".
Por último, el experto apunta que El Niño hace que el norte de Australia, igual que en el Sudeste Asiático, se vea afectado por la sequía.
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