Varios caminos del norte paceño aún se encuentran intransitables por efecto de los desastres naturales acaecidos en los primeros meses del año. El jefe de la Dirección de Alerta Temprana y Prevención de Riesgos, Hilarión Calisaya, señaló que si bien estas rutas son responsabilidad de los municipios, al verse debilitados se pedirá la colaboración de defensa civil.
“Nos preocupa sobremanera que los caminos vecinales y municipales continúan trancados e intransitables, ya no existe fuerzas en los municipios para arreglar estas carreteras”, manifestó Callisaya.
Si bien, los tramos de la red fundamental departamental se encuentran transitables y despejados, en los últimos días se han presentado varios problemas en las rutas dentro de los mismos municipios, siendo que muchos de ellos no han podido ser rehabilitados.
En este sentido, los caminos más afectados están en los municipios de La Asunta, Palos Blancos y Alto Beni, además de la ruta que une Guanay y Sararía, donde es necesario ayuda para terminar con el trabajo que, por lo menos, necesitará de dos semanas de labor ininterrumpida para la limpieza de vías.
“Ahora se siente el dolor del desastre en la población, en el mismo instante, si bien había un caos aún se tenía algo, ahora pasado el tiempo y con los caminos cortados se siente el desabastecimiento y la falta de circulación para poder retomar las actividades normales típicas de la época de cosecha, porque la gente quiere salir y sacar sus productos, y se ve imposibilitada”, manifestó la autoridad.
En este sector del departamento, para la reconstrucción, es imprescindible y de necesidad inmediata, el contar con maquinaria y combustible, elementos que representan una inversión considerable para los municipios que vieron mermados sus recursos al momento de la emergencia.
DEFENSA CIVIL
Asimismo, la autoridad señaló que para completar este trabajo se pedirá la ayuda del Viceministerio de Defensa Civil, y que de ser positiva la respuesta, sumados a las maquinas que se está alquilando desde la Dirección de Alerta Temprana, se tardaría unas dos semanas el habilitar estos tramos al 100 por ciento.
“Muchos de los daños no han sido cuantificados a cabalidad, debido a que los técnicos de los municipios, en sus informes pedidos el mes pasado, no han registrado, ni reportado todos los daños. Existen caminos que no estaban en sus informes y al llegar al lugar nos encontramos con que estaban en mal estado”, manifestó Callisaya.
AYUDA INSUFICIENTE
De la misma forma, la Dirección de Alerta Temprana y Prevención de Riesgos, manifestó que se ingresó a estos municipios con material para la construcción de viviendas provisionales que serán armadas por los mismos pobladores, para lo que se les entregará, calaminas, clavos martillos y serruchos, además de material para la rehabilitación definitiva del sistema de agua potable.
Sin embargo, para la autoridad de esta dirección, Hilarión Callisaya, este material y el presupuesto designado no es suficiente para las necesidades de estos sectores. “No es suficiente, por eso los gobiernos municipales están aportando, al igual que las mismas comunidades que ayudan con la mano de obra”, expresó.
Inundaciones, deslizamientos, incendios, todos los desastres al pais castigado por Dios
Tuesday, April 29, 2014
Wednesday, April 16, 2014
Beni, inundado y Chuquisaca sufre por sequía
La sequía provocó pérdidas en la producción agrícola en 28 de los 29 municipios de Chuquisaca, mientras que en Beni el gobernador Carmelo Lens advirtió de que el departamento sufrirá una “tremenda recesión económica” como efecto de las inundaciones que sufrió en la época de lluvias.
El responsable de la dirección de Gestión de Riesgos de la Gobernación de Chuquisaca, Gualberto Yucra, informó de que solo Sucre no sufrió los efectos de la sequía que dañó la producción de trigo, maíz, papa, haba, cebada, arveja y árboles frutales.
Por su lado, el alcalde de Villa Charcas, Juan Rodríguez, afirmó que en su municipio se perciben los efectos del fenómeno natural en 32 de las 40 comunidades. “Los productos no pudieron llegar al 100% (de su desarrollo) como lo esperábamos, ya ni modo, ahora estamos en la época de cosecha y se notan (las pérdidas)”, señaló el burgomaestre.
Anegados
Por su lado, el gobernador de Beni, Carmelo Lens, adelantó que el departamento sufrirá a consecuencia de “una tremenda recesión económica”, por la desaparición de las fuentes de empleos, principalmente en el sector ganadero, que resultó afectado por las inundaciones.
“Se ha perdido aproximadamente medio millón de cabezas de ganado y eso implicará que se reduzcan las fuentes laborales de ese sector en un 50%”, explicó Lens.
Sobre el plan Patujú que anunció el Gobierno para la reconstrucción de las zonas afectadas por las lluvias y el repoblamiento de ganado en Beni, el gobernador dijo que “ojalá” se cumpla /Erbol
Para saber
Piden declaratoria
En la provincia Tomina, de Chuquisaca, las autoridades sindicales de los municipios de Alcalá y Padilla pidieron la declaratoria de desastre natural.
Evo irá a gundonovia
El presidente Evo Morales vajará el Tipnis el 26 de abril para reunirse con 80 corregidores para escuchar sus demandas.
El responsable de la dirección de Gestión de Riesgos de la Gobernación de Chuquisaca, Gualberto Yucra, informó de que solo Sucre no sufrió los efectos de la sequía que dañó la producción de trigo, maíz, papa, haba, cebada, arveja y árboles frutales.
Por su lado, el alcalde de Villa Charcas, Juan Rodríguez, afirmó que en su municipio se perciben los efectos del fenómeno natural en 32 de las 40 comunidades. “Los productos no pudieron llegar al 100% (de su desarrollo) como lo esperábamos, ya ni modo, ahora estamos en la época de cosecha y se notan (las pérdidas)”, señaló el burgomaestre.
Anegados
Por su lado, el gobernador de Beni, Carmelo Lens, adelantó que el departamento sufrirá a consecuencia de “una tremenda recesión económica”, por la desaparición de las fuentes de empleos, principalmente en el sector ganadero, que resultó afectado por las inundaciones.
“Se ha perdido aproximadamente medio millón de cabezas de ganado y eso implicará que se reduzcan las fuentes laborales de ese sector en un 50%”, explicó Lens.
Sobre el plan Patujú que anunció el Gobierno para la reconstrucción de las zonas afectadas por las lluvias y el repoblamiento de ganado en Beni, el gobernador dijo que “ojalá” se cumpla /Erbol
Para saber
Piden declaratoria
En la provincia Tomina, de Chuquisaca, las autoridades sindicales de los municipios de Alcalá y Padilla pidieron la declaratoria de desastre natural.
Evo irá a gundonovia
El presidente Evo Morales vajará el Tipnis el 26 de abril para reunirse con 80 corregidores para escuchar sus demandas.
Wednesday, April 9, 2014
Aunque las aguas bajaron, el Estado del Acre se declaró en Situación de Calamidad Pública
Con el fin de acceder a recursos federales y de la cooperación internacional para superar las graves secuelas que dejaron los desbordes del río Madera durante los últimos tres meses, el gobernador del Estado de Acre, Tião Viana, lanzó en la víspera el Decreto Nro. 7.308 declarando a esta región acreana del Brasil —limítrofe con Bolivia y Perú— en “Situación de Calamidad Pública”, figura jurídica-administrativa que equivale a un reconocimiento de Desastre extremo e insostenible.
“Este decreto nos facilitará una relación más directa con el Gobierno Federal; necesitamos un mayor apoyo del que hemos recibido hasta ahora por parte de la presidenta Dilma Rousseff”, explicó el gobernador Viana a tiempo de recordar que “en los últimos días el transporte a través de las rutas anegadas ha sido muy difícil a pesar del esfuerzo sobrehumano que nuestros equipos técnicos han realizado localmente”.
Desde el pasado 27 de febrero, cuando el mismo gobernador Viana firmó el decreto 7.093 declarando al Estado de Acre en “Situación de Emergencia”, esta región amazónica enfrentó severos daños en su infraestructura vial y productiva especialmente a causa del desborde del río Madera que inhabilitó la autopista BR-364 que vincula el Acre con el Estado de Rondonia. Ese aislamiento vial entre las ciudades de Rio Branco (capital del Acre) y Porto Velho (capital de Rondonia) provocó una crisis de abastecimiento de alimentos, medicamentos y combustibles que obligó al Gobierno acreano abrir rutas de provisión desde el vecino Perú.
COLAPSO PERSISTENTE DEL RÍO MADERA
La situación no ha podido mejorar posteriormente, no obstante que las aguas del río Acre, conectadas con el Madera a través del Abuná, han bajado sustancialmente en las últimas semanas a su cota normal inferior a los 12 metros de altura.
En febrero el río Acre rebasó los 16 metros, causando severos agrietamientos en los diques de contención fluvial.
El rio Madera, por su parte, se mantiene con un nivel de desborde constante que no baja de los 19,50 metros en todo su curso hacia el lado boliviano sobre afluentes como los ríos Mamoré e Iténez.
Expertos insisten en que esta persistencia del desborde sólo es explicable por los efectos que surgen de la construcción de las represas de Jirau y San Antonio en el municipio de Porto Velho, Rondonia, cuyo gobierno local también se declaró en situación de Calamidad Pública ya en febrero pasado.
UN DESASTRE DE NIVEL 3
Según explicaron a Sol de Pando voceros del Gobierno del Acre, técnicamente, la situación en que se encuentra actualmente esta región fronteriza es catalogada como de “Desastre Natural Nivel 3”, que implica una condición de emergencia extrema, dado el aislamiento en que se encuentran varios municipios acreanos respecto a los centros urbanos de provisión de alimentos básicos, medicamentos y combustibles.
El Gobernador Viana decidió pasar del “Estado de Emergencia” a “Situación de Calamidad Pública” ante la imposibilidad de controlar el desastre provocado por la catastrófica inundación en los sistemas de abastecimiento y salubridad de los municipios acreanos. La gravedad de la crisis obligó incluso al gobierno del Acre cerrar el ingreso de migrantes haitianos y senegaleses que ingresan por el Perú, y expulsar a decenas de ellos por diversos motivos.
“Este decreto nos facilitará una relación más directa con el Gobierno Federal; necesitamos un mayor apoyo del que hemos recibido hasta ahora por parte de la presidenta Dilma Rousseff”, explicó el gobernador Viana a tiempo de recordar que “en los últimos días el transporte a través de las rutas anegadas ha sido muy difícil a pesar del esfuerzo sobrehumano que nuestros equipos técnicos han realizado localmente”.
Desde el pasado 27 de febrero, cuando el mismo gobernador Viana firmó el decreto 7.093 declarando al Estado de Acre en “Situación de Emergencia”, esta región amazónica enfrentó severos daños en su infraestructura vial y productiva especialmente a causa del desborde del río Madera que inhabilitó la autopista BR-364 que vincula el Acre con el Estado de Rondonia. Ese aislamiento vial entre las ciudades de Rio Branco (capital del Acre) y Porto Velho (capital de Rondonia) provocó una crisis de abastecimiento de alimentos, medicamentos y combustibles que obligó al Gobierno acreano abrir rutas de provisión desde el vecino Perú.
COLAPSO PERSISTENTE DEL RÍO MADERA
La situación no ha podido mejorar posteriormente, no obstante que las aguas del río Acre, conectadas con el Madera a través del Abuná, han bajado sustancialmente en las últimas semanas a su cota normal inferior a los 12 metros de altura.
En febrero el río Acre rebasó los 16 metros, causando severos agrietamientos en los diques de contención fluvial.
El rio Madera, por su parte, se mantiene con un nivel de desborde constante que no baja de los 19,50 metros en todo su curso hacia el lado boliviano sobre afluentes como los ríos Mamoré e Iténez.
Expertos insisten en que esta persistencia del desborde sólo es explicable por los efectos que surgen de la construcción de las represas de Jirau y San Antonio en el municipio de Porto Velho, Rondonia, cuyo gobierno local también se declaró en situación de Calamidad Pública ya en febrero pasado.
UN DESASTRE DE NIVEL 3
Según explicaron a Sol de Pando voceros del Gobierno del Acre, técnicamente, la situación en que se encuentra actualmente esta región fronteriza es catalogada como de “Desastre Natural Nivel 3”, que implica una condición de emergencia extrema, dado el aislamiento en que se encuentran varios municipios acreanos respecto a los centros urbanos de provisión de alimentos básicos, medicamentos y combustibles.
El Gobernador Viana decidió pasar del “Estado de Emergencia” a “Situación de Calamidad Pública” ante la imposibilidad de controlar el desastre provocado por la catastrófica inundación en los sistemas de abastecimiento y salubridad de los municipios acreanos. La gravedad de la crisis obligó incluso al gobierno del Acre cerrar el ingreso de migrantes haitianos y senegaleses que ingresan por el Perú, y expulsar a decenas de ellos por diversos motivos.
Sunday, April 6, 2014
La esperanza flota sola en las aguas de la peor inundación en décadas en Beni
En el anegado pueblo de Guayaramerín, en la amazonía boliviana, el barco que perteneció al rey del caucho y que presidía el puerto toca agua por primera vez en un siglo y fuerza una sonrisa torcida de los habitantes, azotados por las peores inundaciones en décadas.
El río Mamoré, fuente de sustento de esta localidad fronteriza con Brasil, se ha vuelto en su contra y casi 50.000 personas luchan por salir adelante entre el agua, el fango, las epidemias y la desesperanza del que todo lo ha perdido: casa, trabajo, cultivos, animales.
Guayaramerín, en el departamento de Beni, es uno de los lugares más castigados por las peores inundaciones que ha vivido Bolivia en décadas, y que han dejado 60 muertos y 60.000 familias damnificadas en todo el país.
Aquí centra estos días sus esfuerzos el Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA), que necesita con urgencia donaciones para continuar su ayuda a la población.
Pese a la situación, el Gobierno rehúsa declarar Beni zona de desastre, lo que la oposición atribuye a motivos políticos, ya que en esta región perdió las elecciones el partido de Evo Morales.
A una media hora en auto de Guayaramerín, en plena selva, se encuentra la comunidad indígena de Cachuela Mamoré, a la que el PMA llevó esta semana alimentos para paliar las necesidades de 55 familias con más de cien niños.
A primera vista, un paraje idílico. Un riachuelo baña una playa, rodeada de exuberante vegetación, y los niños ríen y chapotean en el agua, entre barquitas de madera.
Pero al descender del automóvil, un olor insalubre, viciado, devuelve al visitante a la realidad.
El riachuelo no es sino el camino que llevaba a los hogares de estas familias que hoy se hacinan en carpas de plástico, bajo un calor brutal. Ellos y sus animales: perros, gallinas, patos.
Abandonaron sus casas hace un mes, ya con el agua hasta la cintura, perdida la esperanza de que el agua del río Mamoré se retirase, dejando atrás todo, incluidos los anegados cultivos que son su modo de subsistencia.
"Pero ni modo", explica a Efe la presidenta de estas familias, la señora Marlene, que ha salido a recibir a los representantes del PMA que llegan con cajas de galletas nutricionales.
Entonces grita: "¡Hay víveres!". Y la gente comienza a salir de sus carpas y espera su turno, por riguroso orden de llamada.
Mientras esperan que la comunidad internacional les ayude, la vida sigue.
Tres bebés han nacido en estos días y en las carpas la cotidianeidad se abre paso en medio de la tragedia: ropa tendida entre las palmeras, herrumbrosas cocinas rescatadas, gallinas, sacos de ropa.
"Da tristeza, pero hay que hacerle frente. Los niños recién empiezan a enfermarse", explica la señora Marlene.
A su alrededor, los pequeños chapotean en un agua insalubre, sus estómagos hinchados por los parásitos, mientras gritan que no quieren que baje el agua porque "así es más divertido".
Ajenos a la angustia de sus padres, juegan en el mismo agua que les ha robado todo.
"No es lo mismo pisar el agua que verlo por televisión. A veces vamos a las autoridades y no nos creen", prosigue la presidenta con voz quebrada.
Algunos se han ido a la ciudad, pero la mayoría quiere seguir en la selva, donde sólo los tejados de chamizo asoman, rodeados por papayas que se pudren.
No muy lejos, encaramadas a lomas, reses moribundas a las que tuvieron que dejar atrás y que no saben si podrán recuperar.
A los perros los salvaron, fieles amigos, pero también un seguro de vida que con sus ladridos avisan de la presencia de pumas o de las temidas anacondas y caimanes. O de la llegada de "un bichito pa cazar".
Marlene vive en alerta permanente. Teme por los niños, a los que quiere como suyos.
Junto a los depredadores, el fantasma del dengue y la malaria planea sobre el campamento.
"No tenemos ni ibuprofeno", lamenta Yolanda Galán, con tres hijos y un sobrino a su cargo, mientras vigila que una coma las galletas del PMA y amamanta a otra.
Un hombre sonríe desdentado y se aleja abrazado a su caja de galletas nutricionales.
Otra familia saluda con amabilidad mientras los visitantes pasan ante su "casa", un chamizo de 4 metros cuadrados donde habitan, hacinadas, tres personas y cuatro gallinas.
Las inundaciones en Bolivia son en este momento la única emergencia que tiene el PMA en toda Latinoamérica y Caribe.
Las intervenciones en las comunidades rurales de Beni se coordinan desde Guayaramerín, donde la situación no es mucho mejor.
Ahora, en los sumergidos barrios ribereños sólo se escuchan los ladridos de perros a los que sus dueños han dejado en las azoteas para espantar a ladrones de tejas y puertas, y la avenida que lleva al embarcadero ha pasado a ser el embarcadero.
El río Mamoré, fuente de sustento de esta localidad fronteriza con Brasil, se ha vuelto en su contra y casi 50.000 personas luchan por salir adelante entre el agua, el fango, las epidemias y la desesperanza del que todo lo ha perdido: casa, trabajo, cultivos, animales.
Guayaramerín, en el departamento de Beni, es uno de los lugares más castigados por las peores inundaciones que ha vivido Bolivia en décadas, y que han dejado 60 muertos y 60.000 familias damnificadas en todo el país.
Aquí centra estos días sus esfuerzos el Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA), que necesita con urgencia donaciones para continuar su ayuda a la población.
Pese a la situación, el Gobierno rehúsa declarar Beni zona de desastre, lo que la oposición atribuye a motivos políticos, ya que en esta región perdió las elecciones el partido de Evo Morales.
A una media hora en auto de Guayaramerín, en plena selva, se encuentra la comunidad indígena de Cachuela Mamoré, a la que el PMA llevó esta semana alimentos para paliar las necesidades de 55 familias con más de cien niños.
A primera vista, un paraje idílico. Un riachuelo baña una playa, rodeada de exuberante vegetación, y los niños ríen y chapotean en el agua, entre barquitas de madera.
Pero al descender del automóvil, un olor insalubre, viciado, devuelve al visitante a la realidad.
El riachuelo no es sino el camino que llevaba a los hogares de estas familias que hoy se hacinan en carpas de plástico, bajo un calor brutal. Ellos y sus animales: perros, gallinas, patos.
Abandonaron sus casas hace un mes, ya con el agua hasta la cintura, perdida la esperanza de que el agua del río Mamoré se retirase, dejando atrás todo, incluidos los anegados cultivos que son su modo de subsistencia.
"Pero ni modo", explica a Efe la presidenta de estas familias, la señora Marlene, que ha salido a recibir a los representantes del PMA que llegan con cajas de galletas nutricionales.
Entonces grita: "¡Hay víveres!". Y la gente comienza a salir de sus carpas y espera su turno, por riguroso orden de llamada.
Mientras esperan que la comunidad internacional les ayude, la vida sigue.
Tres bebés han nacido en estos días y en las carpas la cotidianeidad se abre paso en medio de la tragedia: ropa tendida entre las palmeras, herrumbrosas cocinas rescatadas, gallinas, sacos de ropa.
"Da tristeza, pero hay que hacerle frente. Los niños recién empiezan a enfermarse", explica la señora Marlene.
A su alrededor, los pequeños chapotean en un agua insalubre, sus estómagos hinchados por los parásitos, mientras gritan que no quieren que baje el agua porque "así es más divertido".
Ajenos a la angustia de sus padres, juegan en el mismo agua que les ha robado todo.
"No es lo mismo pisar el agua que verlo por televisión. A veces vamos a las autoridades y no nos creen", prosigue la presidenta con voz quebrada.
Algunos se han ido a la ciudad, pero la mayoría quiere seguir en la selva, donde sólo los tejados de chamizo asoman, rodeados por papayas que se pudren.
No muy lejos, encaramadas a lomas, reses moribundas a las que tuvieron que dejar atrás y que no saben si podrán recuperar.
A los perros los salvaron, fieles amigos, pero también un seguro de vida que con sus ladridos avisan de la presencia de pumas o de las temidas anacondas y caimanes. O de la llegada de "un bichito pa cazar".
Marlene vive en alerta permanente. Teme por los niños, a los que quiere como suyos.
Junto a los depredadores, el fantasma del dengue y la malaria planea sobre el campamento.
"No tenemos ni ibuprofeno", lamenta Yolanda Galán, con tres hijos y un sobrino a su cargo, mientras vigila que una coma las galletas del PMA y amamanta a otra.
Un hombre sonríe desdentado y se aleja abrazado a su caja de galletas nutricionales.
Otra familia saluda con amabilidad mientras los visitantes pasan ante su "casa", un chamizo de 4 metros cuadrados donde habitan, hacinadas, tres personas y cuatro gallinas.
Las inundaciones en Bolivia son en este momento la única emergencia que tiene el PMA en toda Latinoamérica y Caribe.
Las intervenciones en las comunidades rurales de Beni se coordinan desde Guayaramerín, donde la situación no es mucho mejor.
Ahora, en los sumergidos barrios ribereños sólo se escuchan los ladridos de perros a los que sus dueños han dejado en las azoteas para espantar a ladrones de tejas y puertas, y la avenida que lleva al embarcadero ha pasado a ser el embarcadero.
Friday, April 4, 2014
Un estudio identifica 4 distritos alteños en riesgo por desastres
Cuatro distritos urbanos de El Alto —5, 7, 8 y 14— fueron identificados como zonas en riesgo de sufrir inundaciones, deslizamientos, vientos fuertes y granizadas, de acuerdo con un estudio preliminar realizado por la Fundación para el Desarrollo Participativo Comunitario (Fundepco).
“El análisis se hace por tipo de amenaza, no todos los distritos están propensos a sufrir desastres provocados principalmente por los fenómenos naturales”, explicó ayer el consultor especialista en el tema de Fundepco, Édgar Flores, en un taller para elaborar el mapa de riesgos de El Alto,
El secretario municipal de Saneamiento Básico y Prevención de Riesgos, Heriberto Mamani, añadió que existen otros distritos que sufren igualmente a causa de los fenómenos climatológicos. “En los distritos rurales hay problemas por la helada y en los distritos 1 y 2, por inundaciones”.
Esta información fue proporcionada en un taller organizado por la Alcaldía y Fundepco, en el que se pretende cruzar información entre técnicos de la municipalidad y expertos de la fundación acerca de la vulnerabilidad de las áreas urbanas alteñas. “Con la información más completa, podremos elaborar el mapa de riesgos de esta ciudad”, explicó el técnico Flores.
Fenómenos. Sergio Ledezma, quien es técnico en Gestión de Riesgos de Fundepco, aclaró que el riesgo en los distritos mencionados no es inmediato, sino que se “presenta en caso de la emergencia de algún fenómeno natural de manera imprevista”.
Detalló que en los distritos 5, 7 y 14 existe peligro de deslizamientos de tierra, heladas, granizadas y vientos fuertes, mientras que en el 8 la mayor alerta está referida a inundaciones. “El 8 tiene ese problema porque se halla en la parte baja de la ciudad, de modo que toda el agua de las partes altas llega hasta este sector”.
En cambio, en los otros tres sectores los deslizamientos de tierra pueden suceder por las constantes precipitaciones pluviales y el asentamiento ilegal de urbanizaciones, las cuales se ubican incluso sobre los afluentes.
Estas zonas también son propensas a sufrir daños por los vientos fuertes, ya que al estar en lugares abiertos las corrientes de aire tienen una velocidad de entre 20 y 40 kilómetros por hora. “Lo que se debe precisar es que no hay huracanes ni tornados en esta ciudad, sino vientos fuertes, y eso hay que saber diferenciar”. También en estos distritos se presentan heladas por la cercanía de las zonas a los nevados Huayna Potosí, Chacaltaya y otros que están en la cordillera. Por su parte, Mamani añadió que los distritos rurales 9, 10, 11 y 13 también son vulnerables a las heladas por su ubicación geográfica.
La autoridad municipal apuntó que la presencia de ríos es otro de los factores que pone en riesgo a determinados distritos. “Tenemos el río Sek’e, Seco, Larkajahuira, Sin Nombre, Negro, Poncoro, y en sus alrededores la gente comienza a edificar casas. Ya se han visto viviendas sobre los cauces sin ninguna autorización o planificación. Estas construcciones datan de hace más de 20 a 30 años”.
Respecto al mapa de riesgos, Mamani anunció que el documento estará listo en ocho meses con la realización de talleres permanentes, en los que se cruzará información entre técnicos municipales y los de Fundepco.
El objetivo es que cuando se presenten problemas el municipio pueda socorrer a los damnificados de manera oportuna y con más recursos. “También está previsto, por ejemplo, tener un espacio de evacuación masiva. El estudio final determinará además las zonas más seguras”.
Conforman los COE barriales
Prevención
La Fundación para el Desarrollo Participativo Comunitario (Fundepco) creó los Centros Operativos de Emergencia Barriales (COEB) para obtener información de los problemas frecuentes de cada zona con relación a los desastres.
Diseño de plan maestro, desde mayo
La Alcaldía de El Alto anunció que en mayo se iniciará la elaboración del Plan Maestro de Drenaje Pluvial (PMDP), con una inversión de Bs 3 millones, de acuerdo con la información proporcionada por el secretario municipal de Saneamiento Básico y Prevención de Riesgos, Heriberto Mamani.
“Hay tres empresas consultoras internacionales interesadas en elaborar el plan, en un plazo de nueve meses, al final de los cuales se logrará el diseño a resultado final. Vamos a concatenar con lo que trabaja la Fundación para el Desarrollo Participativo Comunitario (Fundepco), la elaboración del mapa de riesgos”.
El Plan Maestro de Drenaje Pluvial consiste en la identificación de las necesidades prioritarias en materia de inundaciones y encauzamiento de las aguas superficiales en esta ciudad.
Mamani recordó que El Alto cuenta con un crédito de Bs 115 millones proveniente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para la ejecución de nueve proyectos que identificará este plan maestro. Se planea que las obras comiencen a realizarse en febrero del próximo año.
El funcionario también explicó los trabajos que se llevaron a cabo en 2013, respecto a las emergencias. “Hicimos un control de prevención en el que se invirtieron 9 millones de bolivianos para la limpieza y mantenimiento de cuencas de ríos, bocas de tormenta y otros”, y se hicieron simulacros en escuelas.
Sostuvo que en este año se presentaron varias emergencias con las lluvias de febrero y marzo. “Por eso se ha adicionado 22 millones de bolivianos en el Plan Operativo Anual para adquirir maquinaria pesada y estar mejor preparados para cualquier contingencia”.
Thursday, April 3, 2014
Destinan $us 476 millones para recuperar zonas inundadas en cinco departamentos
El gabinete de ministros aprobó ayer nueve decretos supremos y dos resoluciones para destinar 476,66 millones de dólares para ayudar a las familias damnificadas por la inundaciones y reconstruir el aparato productivo en los departamentos de Beni, Cochabamba, Chuquisaca, Pando y el norte de La Paz.
En conferencia de prensa, el presidente Evo Morales dijo que la rehabilitación estará a cargo de los diferentes ministerios, en coordinación con gobernaciones y municipios.
“Estamos garantizando 476,66 millones de dólares, solamente para la parte afectada por las inundaciones son 246 millones y (para) la construcción de caminos, (que) es parte de la prevención, con 230 millones de dólares”, informó Morales.
Entre los decretos, uno dispone la generación de un programa de empleo temporal de tres meses, para lo cual se destinó un total de 12,4 millones de dólares. Otro está referido a la suspensión de la Función Económica Social y la autorización de desmontes y quemas en predios afectados por las inundaciones.
Se fijó una transferencia público-privada para rehabilitar y fortalecer la agricultura y la ganadería con 21,6 millones de dólares.
Se dispuso la construcción y rehabilitación de viviendas con un financiamiento de 36 millones de dólares. Además del traslado de 600 familias afectadas para que tengan acceso a servicios básicos.
El fortalecimiento del manejo y uso sostenible de recursos naturales tendrá una inversión de 2,6 millones de dólares. Se estableció el repoblamiento ganadero con créditos de fideicomiso en un plazo de 12 años con dos a tres años de gracia con un tasa de interés de 4,5 por ciento al año, para esto se destinó 30 millones de dólares. Al respecto, la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) pidió que el Gobierno gestione el repoblamiento que se realice con reses de Brasil para que se adecuen mejor al oriente y norte del país.
También se aprobó otro fideicomiso para productores de castaña, con un plazo de cinco años, con un año de gracia y una tasa de interés de 4,5 por ciento, para lo que se dispuso 10,5 millones de dólares.
Se destinó también transferencia de recursos para servicios básicos con financiamiento de 29,5 millones de dólares.
Se construirán camellones para prevenir impactos ambientales, el financiamiento es de 1 millón de dólares y se fortalecerán otros sistemas de refugio natural con una inversión de casi 1 millón de dólares.
En la industria del Beni se invertirá 24 millones de dólares para estudios de preinversión y ejecución de obras en varios rubros productivos.
Efecto de presas
Respecto al posible efecto de las presas de Brasil, el presidente Evo Morales dijo que aún se esperan dos informes, pero hay una evaluación preliminar “que preocupa”.
Especialistas coinciden en que las presas incidieron en las inundaciones en Beni y el norte de La Paz. Morales dijo que aún se espera el informe ambiental que realiza la Armada Boliviana para comprobarlo, además de un trabajo de investigación de la Cancillería.
“La Cancillería tiene mayor información hasta cuándo, cómo movilizarnos, qué información podemos tener, no quiero informar (...), nuestra Armada Boliviana, sigue estudiando. Hay (un) informe preliminar que preocupa muchísimo, quisiéramos verificar (...)”, dijo. El tema se abordaba de manera bilateral en 2006.
En conferencia de prensa, el presidente Evo Morales dijo que la rehabilitación estará a cargo de los diferentes ministerios, en coordinación con gobernaciones y municipios.
“Estamos garantizando 476,66 millones de dólares, solamente para la parte afectada por las inundaciones son 246 millones y (para) la construcción de caminos, (que) es parte de la prevención, con 230 millones de dólares”, informó Morales.
Entre los decretos, uno dispone la generación de un programa de empleo temporal de tres meses, para lo cual se destinó un total de 12,4 millones de dólares. Otro está referido a la suspensión de la Función Económica Social y la autorización de desmontes y quemas en predios afectados por las inundaciones.
Se fijó una transferencia público-privada para rehabilitar y fortalecer la agricultura y la ganadería con 21,6 millones de dólares.
Se dispuso la construcción y rehabilitación de viviendas con un financiamiento de 36 millones de dólares. Además del traslado de 600 familias afectadas para que tengan acceso a servicios básicos.
El fortalecimiento del manejo y uso sostenible de recursos naturales tendrá una inversión de 2,6 millones de dólares. Se estableció el repoblamiento ganadero con créditos de fideicomiso en un plazo de 12 años con dos a tres años de gracia con un tasa de interés de 4,5 por ciento al año, para esto se destinó 30 millones de dólares. Al respecto, la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) pidió que el Gobierno gestione el repoblamiento que se realice con reses de Brasil para que se adecuen mejor al oriente y norte del país.
También se aprobó otro fideicomiso para productores de castaña, con un plazo de cinco años, con un año de gracia y una tasa de interés de 4,5 por ciento, para lo que se dispuso 10,5 millones de dólares.
Se destinó también transferencia de recursos para servicios básicos con financiamiento de 29,5 millones de dólares.
Se construirán camellones para prevenir impactos ambientales, el financiamiento es de 1 millón de dólares y se fortalecerán otros sistemas de refugio natural con una inversión de casi 1 millón de dólares.
En la industria del Beni se invertirá 24 millones de dólares para estudios de preinversión y ejecución de obras en varios rubros productivos.
Efecto de presas
Respecto al posible efecto de las presas de Brasil, el presidente Evo Morales dijo que aún se esperan dos informes, pero hay una evaluación preliminar “que preocupa”.
Especialistas coinciden en que las presas incidieron en las inundaciones en Beni y el norte de La Paz. Morales dijo que aún se espera el informe ambiental que realiza la Armada Boliviana para comprobarlo, además de un trabajo de investigación de la Cancillería.
“La Cancillería tiene mayor información hasta cuándo, cómo movilizarnos, qué información podemos tener, no quiero informar (...), nuestra Armada Boliviana, sigue estudiando. Hay (un) informe preliminar que preocupa muchísimo, quisiéramos verificar (...)”, dijo. El tema se abordaba de manera bilateral en 2006.
Guayaramerín en su peor momento por inundaciones
El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) informó en las últimas horas que el agua sobrepasó los dos metros y algo más sobre el nivel del barranco y dentro las calles de la ciudad las viviendas están arriba de medio metro.
Además el municipio informó que las calles están inundadas por el ingreso de agua del arroyo Los Siringos y las calles Óscar Únzaga de la Vega y Oruro, en especial la avenida principal Federico Román, hasta la Beni, superan los 80 centímetros. No existe ingreso a las viviendas y en muchos casos los dueños intentan cuidar lo poco que queda, pero logran salvar algunas pertenencias; otros se encuentran en los albergues.
También el arroyo Las Arenas es causante para que el agua aumente en la ciudad, donde las personas intentan conseguir alimentos. Mientras que en los albergues la dotación de víveres a las familias damnificadas es casi normal y la evacuación no cesa.
Según el COE casi todos los establecimientos están siendo ocupados por los afectados y las clases siguen suspendidas, debido a que se dio prioridad a los damnificados de las inundaciones. Contrariamente y pese a los anuncios, hasta la fecha no se construyó los albergues en el exaeropuerto de Guayaramerín, las razones se desconocen, aunque el tema data de hace de quince días atrás, pues Defensa Civil se comprometió que realizar ese trabajo, sin embargo no haya nada físicamente.
DATOS SORPRENDENTES
Las aguas del río Mamoré continúan subiendo en Guayaramerín, donde las familias afectadas del área urbana suman a 1.393 y en la zona rural 1.132, según el alcalde Alexander Guzmán, quien corroboró que el agua llegó dos metros y un centímetro sobre el nivel barranco.
“Se puede llamar una catástrofe de lo que ocurre en nuestra ciudad, porque el agua sigue subiendo e ingresando a las calles del centro de Guayaramerin”, concluyó.
MÁS AYUDA
Entretanto los maestros urbanos de Santa Cruz enviaron cerca de 10 toneladas de ayuda humanitaria para las familias damnificadas del Beni, informó ayer a ABI la funcionaria de la Agencia para el Desarrollo de las Macrorregiones y Zonas Fronterizas (Ademaf), Isabel Gallardo.
“Los maestros hicieron llegar la ayuda a Ademaf Santa Cruz que hizo el traslado, ahora estamos haciendo entrega a Defensa Civil”, dijo.
El envió llegó a Trinidad en dos camiones, consta de alimentos, medicamentos, ropa, zapatos y otros insumos que serán enviados a las comunidades del Territorio Indígena Parque Nacional Isidoro-Sécure.
“Queremos hacer conocer a la población que estamos haciendo una entrega transparente, mediante acta se hace la entrega a quien corresponde”, afirmó Gallardo a la agencia estatal.
Además el municipio informó que las calles están inundadas por el ingreso de agua del arroyo Los Siringos y las calles Óscar Únzaga de la Vega y Oruro, en especial la avenida principal Federico Román, hasta la Beni, superan los 80 centímetros. No existe ingreso a las viviendas y en muchos casos los dueños intentan cuidar lo poco que queda, pero logran salvar algunas pertenencias; otros se encuentran en los albergues.
También el arroyo Las Arenas es causante para que el agua aumente en la ciudad, donde las personas intentan conseguir alimentos. Mientras que en los albergues la dotación de víveres a las familias damnificadas es casi normal y la evacuación no cesa.
Según el COE casi todos los establecimientos están siendo ocupados por los afectados y las clases siguen suspendidas, debido a que se dio prioridad a los damnificados de las inundaciones. Contrariamente y pese a los anuncios, hasta la fecha no se construyó los albergues en el exaeropuerto de Guayaramerín, las razones se desconocen, aunque el tema data de hace de quince días atrás, pues Defensa Civil se comprometió que realizar ese trabajo, sin embargo no haya nada físicamente.
DATOS SORPRENDENTES
Las aguas del río Mamoré continúan subiendo en Guayaramerín, donde las familias afectadas del área urbana suman a 1.393 y en la zona rural 1.132, según el alcalde Alexander Guzmán, quien corroboró que el agua llegó dos metros y un centímetro sobre el nivel barranco.
“Se puede llamar una catástrofe de lo que ocurre en nuestra ciudad, porque el agua sigue subiendo e ingresando a las calles del centro de Guayaramerin”, concluyó.
MÁS AYUDA
Entretanto los maestros urbanos de Santa Cruz enviaron cerca de 10 toneladas de ayuda humanitaria para las familias damnificadas del Beni, informó ayer a ABI la funcionaria de la Agencia para el Desarrollo de las Macrorregiones y Zonas Fronterizas (Ademaf), Isabel Gallardo.
“Los maestros hicieron llegar la ayuda a Ademaf Santa Cruz que hizo el traslado, ahora estamos haciendo entrega a Defensa Civil”, dijo.
El envió llegó a Trinidad en dos camiones, consta de alimentos, medicamentos, ropa, zapatos y otros insumos que serán enviados a las comunidades del Territorio Indígena Parque Nacional Isidoro-Sécure.
“Queremos hacer conocer a la población que estamos haciendo una entrega transparente, mediante acta se hace la entrega a quien corresponde”, afirmó Gallardo a la agencia estatal.
Wednesday, April 2, 2014
DESLIZAMIENTO EN ZONGO DEJA UN MUERTO Y 5 HERIDOS
Un deslizamiento sobre una oficina de Cobee, en su planta de Zongo Choro, se cobró la vida de una persona y dejó cinco heridos, según el primer reporte de las autoridades del lugar. El Gobierno envió personal para atender la situación.
Pocos datos. El derrumbe de un cerro aledaño a las oficinas de esta empresa afectó el segundo piso de su infraestructura, donde había varias personas, ejerciendo sus funciones.
El ingeniero Mario Ramírez, de la subalcaldía de Zongo, municipio de La Paz, señaló que esta es la información preliminar que se tiene sobre el caso.
El viceministro de Defensa Civil, Óscar Cabrera, informó a La Prensa que al medio día de ayer llegó el pedido de ayuda del lugar, debido a un deslizamiento y que habrían seis personas desaparecidas, por lo que se movilizó personal militar para colaborar con la búsqueda.
Aún se desconocen las causas del deslizamiento y su magnitud, así como la confirmación de la existencia de un fallecido y el estado de las personas que resultaron heridas en el mismo.
Una comisión municipal también ingresó al sector, sin embargo se informó que, debido a la distancia, es difícil establecer comunicación vía celular, hecho, por el cual, hasta anoche no se tenían mayores datos.
Debido a las precipitaciones, en febrero hubo un deslizamiento en la comunidad de Morochata, en Cochabamba, donde resultaron muertas 14 personas, algunas de las cuales no fueron halladas.
Pocos datos. El derrumbe de un cerro aledaño a las oficinas de esta empresa afectó el segundo piso de su infraestructura, donde había varias personas, ejerciendo sus funciones.
El ingeniero Mario Ramírez, de la subalcaldía de Zongo, municipio de La Paz, señaló que esta es la información preliminar que se tiene sobre el caso.
El viceministro de Defensa Civil, Óscar Cabrera, informó a La Prensa que al medio día de ayer llegó el pedido de ayuda del lugar, debido a un deslizamiento y que habrían seis personas desaparecidas, por lo que se movilizó personal militar para colaborar con la búsqueda.
Aún se desconocen las causas del deslizamiento y su magnitud, así como la confirmación de la existencia de un fallecido y el estado de las personas que resultaron heridas en el mismo.
Una comisión municipal también ingresó al sector, sin embargo se informó que, debido a la distancia, es difícil establecer comunicación vía celular, hecho, por el cual, hasta anoche no se tenían mayores datos.
Debido a las precipitaciones, en febrero hubo un deslizamiento en la comunidad de Morochata, en Cochabamba, donde resultaron muertas 14 personas, algunas de las cuales no fueron halladas.
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