Un pescador uru del pueblo Llallapani, en Oruro, quedó aislado cinco días en su bote, que encalló en medio del lago Poopó. Un helicóptero lo rescató ayer después de que pidiera auxilio por su celular y ahora sus familiares esperan ayuda para los gastos médicos.
El jueves, Eulogio Ríos, de 44 años, salió de Tajña, su comunidad, en su bote para recoger sus redes de pesca que las había dejado en medio del lago orureño. Al regresar, decidió tomar un atajo rumbo a Llallapani, pero su embarcación quedó estancada a 10 kilómetros de la orilla en medio del fango, relató el corregidor de la zona, Adrián Quispe, a la radio ERBOL.
El pescador intentó salir por sus propios medios y cargó sus aparejos en una batea, pero la corrosiva salinidad del fango le daño los pies y no le quedó más que regresar a su embarcación, de seis metros de largo, con una cubierta de calamina.
Las provisiones que había llevado se le acabaron en 24 horas, el viernes. Al día siguiente, no probó bocado alguno y soportó la intemperie, el frío, el viento, el intenso sol y las tremendas lluvias que cayeron sobre la región durante el fin de semana.
Sin fuerzas y con los pies dañados, el uru utilizó su teléfono celular para contactarse con su esposa, Lidia Cepeda, a quien le encomendó que pidiera ayuda para volver con sus siete hijos que lo esperaban en Llallapani.
El lunes por la mañana la mujer informó sobre la situación de su marido al corregidor Quispe. Entonces, la comunidad se organizó para salvar a Ríos y un equipo de rescate, compuesto de jóvenes, partió en su búsqueda.
Tardaron cuatro horas en llegar hasta el lugar donde estaba varado el pescador. Intentaron sacarlo, pero el corrosivo fango impidió que ese propósito prosperara y decidieron dejarle la coca y el agua que habían llevado.
Ayer por la madrugada otro grupo de rescate llevó más víveres. Esta vez fueron acompañados por un equipo de bomberos, compuesto por algunos comunarios que viven en la zona.
Una vez que estuvieron junto al pescador, le colocaron un arnés y al mediodía un helicóptero enviado por el Gobierno arribó al lugar para rescatarlo. La operación fue exitosa y lo llevaron a Oruro para que recibiera atención médica.
El pescador llegó al Hospital General y está en la sección Cirugía, en la cama 8, con un diagnóstico reservado, pero con signos de deshidratación y anemia. Sin embargo, su esposa pide ayuda a la población para pagar los gastos médicos.
"Pido colaboración. No tenemos nada y siete hijos. Por favor, sólo pido que me ayuden con los gastos médicos y un poco para mis hijos. Ellos están en la escuela”, declaró a la red ATB.
Ríos relató que buscaba peces que cada vez escasean más en el lago y que sobrevivió durante cinco días, bajo el inclemente clima, gracias a los pocos karachis, mauris e ispis que logró pescar.
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