El fenómeno de El Niño afectará a las regiones de los departamentos de La Paz, Beni, Pando y Santa Cruz, con fuerza, durante los meses de noviembre, diciembre y enero del próximo año, así lo pronosticó el técnico del Servicio nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), Nikolay Salazar.
“Para los meses de noviembre, diciembre y enero se prevé que afecte toda esta parte El Niño que es el norte de La Paz, parte de Beni y parte de Pando, pero se está haciendo los estudios, es más probable que afecte”, afirmó.
Para Salazar, los análisis metereológicos que realiza el Senamhi sirve de guía a Defensa Civil para que elabore o planifique un plan de contingencia, en caso de que ese fenómeno realmente afecte a esas regiones del país.
Explicó que el fenómeno de El Niño se ocasiona porque se reportan ascensos de temperatura en el agua del mar.
“Según el pronóstico nos dice que va haber un aumento para los meses de noviembre, diciembre y enero (...) es una predicción, y hay una probabilidad de que pueda ser fuerte y todavía se maneja como probabilidad”, sostuvo.
Por su parte, la pronosticadora Marisol Portugal informó que en 1997 se registró un fenómeno de El Niño intenso que afectó al país, porque ascendió la temperatura a 2,3 grados, citó ese año porque es el más reciente ya que antes se reportaron otros de gran impacto.
“Se tienen registros desde 1950 los más fuertes han sido en 1972, 1973, luego está 1982, 1983 y el ultimo ha sido en 1997, ha sido el último año más fuerte porque la temperatura ha llegado a los 2,3 grados”, respaldó.
Dijo que actualmente se siente el fenómeno de El Niño pero moderado; sin embargo, mencionó que a finales de año será más intenso.
“Se está viendo las temperaturas, se ha hecho un seguimiento y las temperaturas superficiales del mar están subiendo, al momento están con 2,2 grados, (...) vamos a tener un fenómeno de El Niño más fuerte pero a finales de este año”, complementó.
OMM
De acuerdo con un informe de la Organización Mundial de Meteorología (OMM), durante el mes de agosto, las temperaturas de la superficie de las partes central y oriental del Pacífico tropical se situaron entre 1,3° y 2,0° C por encima de lo normal, superando los umbrales de El Niño en aproximadamente un grado, lo que indica que la intensidad actual El Niño es muy significativa. Pero los más potentes suelen registrarse a finales del año.
Los indicadores atmosféricos de El Niño se han manifestado de “forma coherente” –señala la OMM– y se han intensificado durante los últimos meses, al registrarse un índice de Oscilación Austral por debajo de -1,5 durante la mayor parte del tiempo desde principios de julio, lo que indica que se produce un acoplamiento atmósfera-océano robusto a medida que se intensifica el episodio de El Niño. Las clásicas características de nubosidad y precipitación de El Niño cerca o al este de la línea internacional de cambio de fecha, observadas durante el segundo trimestre de 2015, se han confirmado, al igual que el debilitamiento de los vientos alisios de las partes occidental a oriental y central del Pacífico. La nubosidad y la precipitación desempeñan una función central en el desencadenamiento de los impactos climáticos de El Niño a escala mundial. Históricamente, es probable que un episodio de El Niño maduro alcance su fase máxima entre octubre y enero del año siguiente, y es frecuente que persista hasta bien entrado el primer trimestre de ese año antes de empezar a debilitarse, señala la OMM.
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