La extrema sequía azota a 11.733 familias de 372 comunidades de 15 municipios de Cochabamba donde se perdieron 9.287 hectáreas de cultivos agrícolas, según el último informe oficial de la Secretaría de Desarrollo Productivo de la Gobernación.
El secretario de Desarrollo Productivo de la Gobernación, Pedro Padilla, informó que entre los municipios afectados por la sequía se encuentran: Omereque, Pasorapa, Tolata, Anzaldo, Mizque, Capinota, Totora, Tapacarí, Tacachi, Arbieto, Punata, Vila Vila, de los cuales la mayoría presentó sus declaratorias de emergencia.
“Se han realizado los trabajos de evaluación en los 15 municipios del cono sur, zona andina, valles central, alto y bajo donde 13 alcaldías ya cuentan con sus declaratorias de emergencia”, informó.
Según declaraciones de Padilla, la escasez de agua también ocasionó la pérdida de 9.287 hectáreas de cultivos agrícolas de productos como: avena, cebada, papa, maní, frijol, arveja, alfa alfa, sandía, tomate y tarwi. En los próximos meses empezarían a escasear estos alimentos.
“La primera semana de junio se entregará semillas y fertilizantes a los municipios afectados, para poder reponer las pérdidas por la sequía”, anunció.
Según el reporte de la Gobernación, los municipios más afectados por la extrema sequía son: Omereque y Pasorapa en el cono sur del departamento donde no hay ni para consumo humano. El ganado está en riesgo al igual que las pocas hectáreas de papa y hortalizas que se empiezan a secar.
El alcalde de Omereque, Héctor Arce, anunció que para el próximo año se construirán cuatro represas que posibiliten acumular el agua de las lluvias para atender las situaciones de emergencia que se presentan todos los años por las características de la zona que es árida y registra elevadas temperaturas.
“Estas represas están orientadas a garantizar agua para riego en cuatro subcentrales, cada una tendrá una inversión de 21 millones de bolivianos”, anticipó.
En este marco, la titular de la Secretaría de los Derechos de la Madre Tierra, Soledad Delgadillo, afirmó que Cochabamba vive recién los efectos del fenómeno de El Niño que este año se manifestó con extrema sequía a diferencia de otros donde hubo inundaciones por desborde de ríos.
“Vamos a tener un año seco, tenemos que prepararnos para afrontar los efectos de las sequía que estamos ya sintiendo”, sostuvo.
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