Pasorapa, en el Cono Sur, es uno de los municipios de Cochabamba que fue afectado por la sequía durante cuatro años consecutivos, entre 2013 y 2016. El alcalde Jaime Mendieta anunció que dejará de lado obras como caminos y la mejora de jardines para incrementar recursos destinados a proyectos referidos al agua.
En cuatro años, desde 2013, un total de 49.750 familias y 91.355 hectáreas de cultivos fueron afectadas por la falta de agua en el departamento de Cochabamba. El año más duro fue 2016.
Los datos fueron presentados, ayer, durante el Encuentro de Planificación Municipal del Agua 2017, organizado por la Secretaría de Derechos de la Madre Tierra de la Gobernación. Asistieron autoridades del Cono Sur, el Valle Alto y la zona Andina, con el objetivo de elaborar un plan para ser presentado ante el Gobierno.
El técnico de la Unidad de Gestión de Riesgos (UGR) de la Gobernación Boris Arévalo expuso mapas de riesgo de sequía.
La sequía afectó a un total de 5.486 familias en 2013; a 511 en 2014; a 2.110 en el año 2015 y la cifra se elevó a 41.750 en 2016.
Los saldos de la sequía en hectáreas de cultivo dañado fueron de 6.740 el año 2013; en 2014 la cantidad bajó a 279. Un año después subió a 1.763 y en 2016 la cifra alcanzó las 82.573.
La sequía perjudicó a 12 municipios en 2013, a 4 en 2014, a 5 en 2015 y en 2016 la cifra alcanzó a 37 de los 47 que hay en Cochabamba y que se declararon en emergencia y desastre.
CONO SUR Arévalo manifestó que existe recurrencia de falta de agua, en los cuatro años, en los municipios de Pasorapa y Omereque, seguidos por Totora, Pojo, Mizque y Aiquile. “Históricamente siempre han tenido problemas de sequía”.
En la región del Cono Sur, la principal actividad es la ganadería. Las imágenes de campos secos agrietados y ganado muerto fueron el común en varios lugares. Arévalo dijo que no existe información oficial respecto al ganado perdido por la carencia del líquido.
El alcalde pasorapeño Mendieta informó que en su municipio se prevé recortar recursos de obras de infraestructura para garantizar una inversión de cerca de un millón de bolivianos (70 por ciento de aporte de la Alcaldía y 30 por ciento de los ganaderos) para construir un sistema de acumulación de agua en cada una de las 37 comunidades.
La autoridad estimó que se necesitarán entre 3 y 4 millones de bolivianos adicionales para atacar la carencia de agua. Busca financiamiento de las instancias nacionales de Gobierno.
VALLES El técnico de la UGR explicó que en la región valles el reflejo de la carencia de agua fueron los bajos niveles de la represa de La Angostura. El jefe de la Unidad de la Gestión del Agua de la Secretaría de Derechos de la Madre Tierra, Mauricio Ledezma, detalló que el promedio histórico del embalse en esta fuente es de 4.5 metros de alto. Hace un par de días, el 23 de febrero de este 2017 el líquido estaba en 1.8 metros.
La laguna Laka Laka de Tarata llegó a un 30 por ciento a la misma fecha, cuando en anteriores gestiones la acumulación era de entre el 50 y el 60 por ciento . Anzaldo es uno de los municipios de esta región que sufre las consecuencias de la sequía. El alcalde Rubén Uriona explicó que la producción en su zona depende de las lluvias. Ante la baja de las precipitaciones, elaboran proyectos para sistemas de riego y microrriego.
Uriona manifestó que la perforación de dos pozos que anunció la Gobernación el año anterior no se ejecutó y esta es una de las necesidades.
“Lastimosamente nosotros solos no podemos hacer ni un pozo”.
Este municipio tiene seis distritos, cada uno con entre 15 y 20 comunidades. Cada distrito recibe alrededor de 200 mil bolivianos para proyectos.
“Nuestros recursos están parcelados, por eso no podemos ejecutar (obras). A veces no nos alcanza ni para las contrapartes de los proyectos”.
El pasado año, el único municipio sin sequía en los valles fue Santiváñez.
ZONA ANDINA El técnico de la UGR explicó que en la región Andina un 20 por ciento de las vertientes “se están secando”. El alcalde de Arque, Casto Coaquira, dijo que en su zona hubo más de 600 familias, en alrededor de 30 comunidades, perjudicadas por la falta de agua.
Se trata de uno de los municipios con menos recursos económicos. Con un presupuesto general de 10 millones de bolivianos, los montos para emergencias son reducidos. Inicialmente se programó entre 20 mil y 30 mil bolivianos.
La autoridad pidió que en proyectos concurrentes como Mi Riego solo aporten un 5 por ciento como Alcaldía, porque en 2016 les rechazaron siete proyectos por falta de recursos.
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