Debe matar culebras, espantar roedores y cobijar a la familia que tiene, tres hijos menores de edad, de todo tipo de alimañas que al igual que muchos otros campesinos del lugar, buscan donde cobijarse y no morir ahogados.
El drama se repite también para Betty Salas, del sindicato Asunción que con esfuerzo de años logró comprar dos hectáreas en el sindicato Palometas, pero el agua se llevó todo.
“No tengo nada, la lluvia me quitó lo que tenía y ahora debo pagar deudas al banco por la tierra que tenía junto a mi hijo menor, pero no sé que hacer”, exclama llorando por la impotencia de no encontrar una salida a lo que está viviendo.
Los testimonios no hicieron otra cosa que poner en evidencia que en Villa Tunari se hallan anegadas 500 hectáreas de cultivos dedicados a la coca, yuca, cítricos y maíz, pero además son 216 familias afectadas, informaron el alcalde de Villa Tunari, Asterio Romero, y la secretaria de la Madre Tierra, María Soledad Delgadillo.
PESADILLA Esta “pesadilla”, como lo describió el responsable de la Unidad de Gestión de Riesgos (UGR) de la Alcaldía de Villa Tunari, Elvis Cahero, fracturó la vida económica y social de las familias que viven en los sindicatos de Palometas, Nueva Belén, Santiváñez, Villa Asunción, Flor de San Pedro y 7 de Agosto.
El drama humano remonta su presencia al mes de enero de 2015 cuando las intensas lluvias anegaron todo el lugar.
Con el pasar del tiempo, la situación no ha cambiado, por el contrario, se agravó más debido a que el área donde están ubicados los chacos de las familias damnificadas son parte ahora de un “estanque artificial” debido a que los ríos Colorado y Motamojo, que circundan el lugar, colapsaron, explicó Romero.
“Llevamos casi medio año peleando con el agua”, relató a su vez Chávez para quién el Gobierno debería haber “traído canoas” para ayudar a los productores.
Otro de los afectados, Macario García, del sindicato 7 de Agosto reveló que cada año sufren el mismo problema, pero hasta ahora las autoridades no hallan una solución estructural al problema.
Cahero, de la UGR, admitió que existe demora en hallar soluciones al problema, pero justificó el hecho señalando que las lluvias impiden hasta ahora, por ejemplo, dragar el río Colorado, el que mayores problemas arrastra para la zona.
Al respecto, Romero anunció que en unos días más intervendrán el río Colorado con maquinaria pesada, para lo cual están solicitando ayuda a la Gobernación.
¿Cuánto es el presupuesto que tiene para encarar las obras de emergencia? consultó este periódico al burgomaestre.
“No tengo dinero. Se acabó”, respondió tajante la autoridad edil.
Frente a esta posición, se volvió a consultar a Romero para saber si solicitó otro monto adicional.
“Sí, aproximadamente 600 mil bolivianos y espero que la Gobernación lo atienda”, respondió en presencia de la secretaria de la Madre Tierra.
La falta de dinero podrían frenar soluciones estructurales para la zona, situación que fue admitido por el Alcalde de Villa Tunari.
“El municipio tiene maquinaria, pero no es suficiente, necesitamos más”, dijo.
Según Romero, el alquiler por hora de un tractor por ejemplo llega a costar Bs 500.
“Para dragar el río necesitaremos emplear más de 200 horas y eso es mucho dinero”, acotó el Alcalde.
Para encarar el tema seriamente, Romero informó que iniciará junto al Servicio Departamental de Cuencas “una evaluación de la situación actual”.
Es necesario saber “en qué tiempo se podrá dragar el río para que pueda regresar a su cauce normal y de esa forma volver a habilitar las tierras”, complementó.
Fideo, aceite, harina y arroz para atender el hambre de los afectados
La Gobernación de Cochabamba y la Alcaldía de Villa Tunari entregaron ayer 66 kilos de alimentos a favor de cada una de las 216 familias afectadas por las inundaciones en seis sindicatos.
La secretaria de la Madre Tierra, María Soledad Delgadillo, y el alcalde Asterio Romero entregaron arroz, aceite, harina y sal a cada familia para aliviar la necesidad de seguridad alimentaria.
La entrega de los alimentos se hizo en la localidad de Asunción, una población enclavada en el corazón del trópico de Cochabamba y distante a una hora de Villa Tunari.
Delgadillo y Romero informaron también en la oportunidad que los alimentos eran parte de un primer paquete de ayuda y anunciaron que en los próximos días llegará otro similar, pero bajo responsabilidad del Viceministerio de Defensa Civil.
“No vamos a dejar a nadie sin alimento”, prometió el alcalde Romero a los productores que asistieron a la entrega.
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