La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), junto a otras instituciones cooperantes y entidades gubernamentales, señaló que a fines de este año 2015 e inicios de 2016, el fenómeno climatológico de escala mundial El Niño afectará severamente a Latinoamérica y, en particular, a la región amazónica que comparten Brasil, Ecuador, Perú y Bolivia.
ALERTA ROJA
Esa es la conclusión del simulacro de alerta roja de inundaciones, efectuado recientemente por varias instancias gubernamentales, agencias de cooperación al desarrollo, la Unión Europea y el Gobierno de Italia, entre otras entidades, apoyadas por la FAO. El mismo se realizó en el departamento del Beni.
“El plan tuvo como objetivo evaluar la preparación y capacidades de respuesta de la población y de las instituciones ante una emergencia de esta magnitud”, dice el reporte divulgado por la oficina de Naciones Unidas en el país.
INUNDACIONES
En Bolivia, se esperan inundaciones de gran magnitud que podrían afectar a miles de familias en los departamentos del Beni, Pando, Santa Cruz y La Paz.
El Viceministerio de Defensa Civil (Videci), en coordinación con varias agencias humanitarias como la FAO, Unicef, PNUD, OIM, Soluciones Prácticas, Ayuda en Acción y la Fundación Salud del Río Beni, con el financiamiento del Departamento de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Unión Europea (ECHO) y de la Cooperación Italiana, ha desarrollado un programa de simulacros para encarar este evento climatológico adverso en diez municipios del Beni y dos del departamento de La Paz, además de algunas comunidades piloto.
RESPUESTAS
“Los simulacros han permitido evaluar las respuestas de la población en general y de las instituciones ante una emergencia con características de inundación y verificar los niveles de coordinación gubernamental existente desde el nivel central al departamental”.
Oficiales técnicos de la FAO y de las otras agencias implementadoras del proyecto comentan que se ha evaluado principalmente, el manejo de la información de alerta ante inundaciones y otras acciones que permiten al municipio prepararse a través de sus Comités Operativos de Emergencia (COE) y sus mesas técnicas, ajustando todas las acciones establecidas para este fin mediante talleres en los municipios.
ALERTA TEMPRANA
Durante el simulacro, se activaron los sistemas de alerta temprana y se ejecutaron planes de contingencia, seguidamente se evacuó a la población y al ganado hacia zonas seguras, que fueron establecidas anticipadamente por Defensa Civil; luego se verificó la implementación de albergues y la Red de Comunicaciones ante emergencias.
ALIMENTOS
En esta ocasión, por ejemplo, se han realizado simulacros de rescate de material vegetal de yuca para poder asegurar su plantación después del período de crisis.
“Cabe mencionar que una simulación, a diferencia de un simulacro, es un ejercicio de gabinete que se realiza en una sala de situación, consiguientemente, también se han realizado simulaciones en algunos municipios, a través del establecimiento de mesas técnicas agropecuarias, de salud, educación, de albergues y de rescate, para así dar respuesta con carácter integral a determinados problemas hipotéticos”, señala el documento.
DEBILIDADES
El pasado 16 de diciembre, una comitiva multisectorial realizó la evaluación de los simulacros, donde se han podido identificar algunas debilidades y dificultades en todos los niveles de gobierno (nacional, departamental y municipal). “Es importante considerar que las acciones no deben ser únicamente de reacción y respuesta, sino de prevención y preparación, de eso se trata un simulacro, de identificar las falencias e irlas ajustando; cosa que cuando llegue el evento, esas dificultades ya hayan sido superadas”, señala.
SOLUCIONES
Se ha evaluado también el manejo del plan de contingencia, habiéndose percibido que no todos los protocolos se han ejercitado apropiadamente, aspecto negativo que se origina a partir de la alta inestabilidad (rotación) funcionaria de los técnicos en las instituciones públicas.
Asimismo, después del ejercicio de simulacro y una vez establecidas las limitaciones y dificultades de la respuesta, se plantearon alternativas de solución a cada una de las problemáticas presentadas en las distintas instancias de gobierno. No obstante, esas actividades correctivas serán implementadas de acuerdo a un plan de capacitaciones, por ejemplo a técnicos de las instituciones para perfeccionar el manejo del plan de contingencias y de transmisión de información más rápida y oportuna.
EN EL PAÍS
En enero de 2016, se prevé realizar un simulacro a nivel nacional (en los nueve departamentos de Bolivia), buscando mejorar la preparación y capacidad de respuesta ante eventos adversos en más de 200 municipios.
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