UN DESASTRE QUE SE VEÍA VENIR Guayaramerín entera se hunde bajo el agua

En el barrio Mamoré, donde viven más de 300 familias en casas de tabla y calamina, el agua tapa todo por completo. En otras zonas se navega despacio para no dañar los techos y esquivar los cables de los postes de luz. No hay testimonios porque no hay gente. El silencio solo lo interrumpe el eco de los muebles que flotan y se golpean.
En el barrio El Carmen, de 260 familias, también cunde el silencio de un barrio fantasma. Algunas familias viven en los segundos pisos, donde parecen náufragos en islas de ladrillo sin revoque. En un descampado de agua sobresale la iluminaria que hace saber que se navega sobre una cancha de fútbol.
Se escuchan murmullos y aparece un barco de carga de unos 20 metros de largo, con una tonelada de mercadería. El barco, que necesita una profundidad mínima de un metro y medio para no encallar, navega 10 cuadras dentro de la ciudad hasta encontrar suelo.

Otras desgracias
En la ‘zona alta del barrio’ aparecen tres canoas con las que la señora Delfi Suárez espera rescatar sus cosas. Incrédula de lo que ve, cuenta que vive allí desde hace más de 40 años. “Solo me salí en las peores inundaciones de la historia de este pueblo y nunca con el agua más alta que mi rodilla", explica, mientras que su nieto rompe el techo de su casa para entrar, ya que lo demás está bajo el agua. En Guayaraguazú algunos vecinos hicieron plataformas en los techos. Escenas de una ciudad en la que se navega más de lo que se anda. En los albergues escuchan el repique de la lluvia, que no falta ni un solo día; faltan meses para volver a casa

Para saber

Tres meses y medio de desastre
Las diferentes poblaciones de Beni soportan lluvias por turno desde fines de diciembre del año pasado. Ahora le tocó a Guayaramerín, que se hunde.

Un barrio de una sola persona
Edismar Herrera, un brasileño que vive desde hace 30 años en el pueblo, es el único que quedó en el barrio Las Pozas.

Contra el dengue
Beni es uno de los cinco departamentos que está en observación ante la posibilidad de brotes de dengue tras las inundaciones. El Ministerio de Salud incluyó al departamento en un programa masivo de prevención.

Por falta de empleo
Guayaramerín se ha quedado sin empleos tras el desastre.