Después de 20 años, Cochabamba ha sufrido una de las peores tragedias que cobró la vida de 14 personas, tras la desaparición de la comunidad de Chullpa K’asa, en Morochata, a consecuencia de un alud.
Desde diciembre a la fecha, Capinota, Arque, Punata y Shinahota han reportado deslizamientos y hundimientos con pérdida de cultivos pero sin víctimas. Sin embargo, Morochata ha sido el sector más afectado por el derrumbe del cerro en Chullpa K’asa Chico, que enterró al pueblo, acabó con la vida de personas y dejó secuelas imborrables en los sobrevivientes.
El secretario departamental de Obras y Servicios, Hernán Ayala, explicó que el derrumbe se debió al desplazamiento de tierra en el cerro de Chullpa K’asa a causa de una “falla por licuación en la base del talud” de la serranía, ubicada cerca de un río. Agregó que el tipo de suelo identificado es de “arcilla limosa”, uno de los más peligrosos debido a que es de “alta plasticidad”, lo que quiere decir que es de fácil derrumbe. A eso se sumó la filtración del agua en la base del talud. El derrumbe fue el resultado de un proceso que derivó en el mayor desastre natural en los últimos años, después del terremoto del cono sur.
El secretario departamental de Minería, Leoncio Caisiri, afirmó que tras una inspección se determinó que hay dos comunidades en alto riesgo: Yuraj Grande y Yuraj Chico, por las réplicas del deslizamiento de Chullpa K’asa, que podrían repercutir en otros asentamientos.
Entre tanto, Ayala dijo que se elabora el diseño de un proyecto de fortalecimiento de taludes, en el que se pretende instalar barras con sensores de desplazamiento en función a los resultados que emerjan del trabajo de campo que realizan cuatro brigadas que están a cargo de hacer los estudios geológicos. Ante el riesgo de más derrumbes, el gobernador Edmundo Novillo “aprobó iniciar el perfil. La idea es aplicarlo lo más pronto posible”, dijo. También se planifica la evacuación de las familias hacia zonas seguras, dentro del mismo municipio.
Zonas afectadas por fallas geológicas
SHINAHOTA: GRIETA DE MÁS DE 3 MIL METROS
La tierra ha cedido bastante, el peligro continúa
En Shinahota, en el trópico de Cochabamba, se detectó una falla geológica de al menos 3 mil metros cuadrados en la Central 4 de Abril y en el Sindicato 9 de Abril, que dañó 400 hectáreas de cultivo entre coca, arroz y otros.
El alcalde de Shinahota, Rímer Ágreda, explicó que son 20 familias afectadas en sus viviendas y terrenos, producto de un temblor ocurrido en la zona que provocó el hundimiento de la tierra “por todo lado”.
“La tierra ha cedido bastante, se ha formado dos pequeñas lagunas, como algo que nunca se ha visto en este lugar. En algunos sectores hasta cuatro metros se ha abierto”, afirmó Ágreda, a tiempo de explicar que se recomendó a la gente abandonar la zona; sin embargo, aún siguen entrando al lugar de día para recuperar su producción y en otros casos siguen viviendo.
Manifestó que existe el peligro de que si la grietas continúan se arruinen dos obras recién construidas: el puente Leche de 20 metros de extensión y el sistema de agua potable de la zona, que cuenta con un tanque. En ambas obras se invirtieron aproximadamente dos millones de bolivianos. También se prevé la evacuación de los pobladores hacia lugares más estables.
HENDIDURA EN K’ASA GRANDE, ARQUE
Se necesita un estudio para saber qué pasó
Arque es otro de los municipios afectados por una falla geológica que provocó la preocupación de autoridades municipales y de la Subcentral Huacakasa, en la comunidad de K’asa Grande, que se vio afectada por la apertura de la grieta producto de las fuertes lluvias.
El responsable de la Unidad de Gestión de Riesgos de Arque, Carmelo Aguilar, explicó que la profundidad de lo que se logra ver de la grieta es de al menos dos metros; sin embargo, “hacia adentro la falla llega a unos 50 metros”, dijo.
Este movimiento de tierra ocasionó la evacuación de 10 casas; actualmente, las familias se cobijan en las viviendas de sus parientes o vecinos cercanos.
Aguilar aclaró que de las 36 viviendas en K’asa Grande, 20 corren mayor riesgo. Asimismo, se dañaron cultivos de papa, trigo, maíz, arveja y tarwi, en más de ocho hectáreas de terreno.
A la fecha se desconocen las causas de la falla, pero se espera la llegada de especialistas a la zona para realizar un análisis de lo sucedido, del posible peligro que puede ocasionar y de lo que se puede hacer para poder prevenir la pérdida de mayores vidas en Cochabamba a causa de este tipo de desastres naturales.
RAJADURAS EN PUNATA DE MÁS DE MEDIO KILÓMETRO
Inundaciones provocaron grietas en Punata
En Punata durante el mes de diciembre, también, se registró la abertura de una grieta de más de medio kilómetro de distancia en la zona de Villa Arenal, próxima al centro urbano del municipio, que ocasionó incertidumbre en los comunarios de la zona.
Según declaraciones del alcalde de Punata, José Gonzales, las grietas corresponden a un fenómeno natural “inexplicable” producto de las intensas lluvias registradas en el lugar, las inundaciones y el desborde de los ríos Chaqui Mayu y Mayu Morro que anegaron la zona.
Este hecho provocó la filtración de agua, que puso en riesgo varias familias, afectadas principalmente en sus cultivos de maíz y en algunas casas en las que la grieta produjo rajaduras.
Hasta ahora, se desconoce exactamente las causas que habrían provocado este hecho; sin embargo, se sabe que el fenómeno está relacionado con la infiltración de agua que al no encontrar una salida cavó un túnel e hizo grietas. En todos los casos descritos, las fallas geológicas se presentaron por primera vez. Hasta ahora suman cinco los municipios en los que el poder de la naturaleza preocupa.
ç
No comments:
Post a Comment