Las fuertes precipitaciones pluviales y el aluvión que pasó por Rurrenabaque llegó hasta los siete metros, se llevó casas y se tragó vehículos, parte de un puente está destruido, la banca no prestó su servicio al igual que empresa de Telecomunicación de Entel. Hoy las aguas empiezan a bajar y se hace la limpieza.
El alcalde de Rurrenabaque, Yerko Núñez, en contacto con el periódico digital Oxígeno, relató la difícil y dramática situación que se vivió estos últimos días, el pasado martes las aguas subieron como no habían visto hace 50 años atrás.
El 60 por ciento de la población se inundó, "corría el agua con velocidad, ha arrastrado casas, se ha llevado dos casas completamente y otras que ha dejado destruida, desde el domingo comenzó a subir y el martes creció con toda su fuerza, hasta antes del fin de semana había un 30 por ciento del pueblo inundado ahora es el 60 por ciento, aunque el aguas está comenzando a bajar", sostuvo.
El desborde del río Beni que es alimentado por aguas de los ríos La Paz, Tuichi y otro más hasta el momento dejaron unos 7.000 damnificados, la mayoría de ellos está en albergues que también está colapsando pues hay gente que se quedó en la calle por lo que tuvo que cobijarse en casas de familiares y amigos.
En el lugar "hay mucha desesperación e incertidumbre", pues según Núñez el agua "se ha tragado casa y vehículos en parte del centro del pueblo. Para inundar Rurrenabaque cando el agua llega a pie de barranco que es 4.50 metros, eso nos alerta y se empieza a subir ya se inunda el pueblo, estamos hablando de dos metros y medios que ha llegado la inundación en algunos lugares del pueblo", explica la autoridad.
En la población hay varios camiones varados que no pueden moverse y como son varios días "hay desesperación, seguro a algunos camiones los ha agarrado en algunos caminos, muchas veces avanzan creyendo que pueden llegar", pero a veces eso no es así.
Los caminos están intransitables un puente colapsó cerca de la población, el puente Playa Ancha también está intransitable pues una parte fue destruido.
En Rurrenabaque aún no hay agua potable, la energía eléctrica es racionada, el gas escasea y hay racionamiento de gasolina y diésel.
Pero esos problemas no afecta al abastecimiento de alimentos, pues eso es lo que no falta, los alimentos llegan por avión ya que la pista en el lugar es operable.
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