La crecida que tuvo el domingo el río Piraí en su cuenca alta ayer puso en vilo a las familias, propietarios de granjas porcinas y avícolas y dueños de fincas ganaderas de la zona oeste de Montero, debido a la llegada de las aguas que durante la jornada de ayer dejó inundados los sembradíos e incomunicados a los vecinos de El Cidral, Las Niguas y El Carmen, porque el camino fue cortado por las aguas.
El miedo en la gente se agravó cuando las aguas corrieron por su cauce antiguo en la zona de río Seco, como en 1983, entre el camino Montero-El Cidral. El caudal avanzó hasta a 4 km del casco viejo de Montero. Llegaron el alcalde Mario Baptista y el subgobernador de Santistevan, David García. Carlos Guardia intentó pasar su pala cargadora, pero la corriente la volcó. La máquina era para proteger su granja donde cría 20.000 pollos, por temor a la riada /HS
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