El río Sajta se desbordó y aisló a 370 familias de nueve comunidades, en el municipio de Puerto Villarroel.
Las lluvias continúan afectando al trópico cochabambino.
La responsable de la Secretaría de los Derechos de la Madre Tierra de la Gobernación, Cintya Vargas, informó que las crecidas de los ríos, principalmente el Sajta, anegaron las comunidades y las dejó incomunicadas.
“El apoyo que requieren es, principalmente, de alimentos, en ese sentido coordinamos para ingresar con ayuda en helicópteros”, explicó la autoridad haciendo referencia a que las rutas camineras que conectan a estas zonas están cerradas.
Sin embargo, la evacuación de las familias no es necesaria.
“Pero si se da una condición en la que se requiera sacar a los afectados se va a tomar esa decisión en el momento”, aclaró la autoridad.
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) declaró alerta naranja en la zona para estos días.
Al respecto, Vargas manifestó que existe coordinación con los municipios para activar mecanismos preventivos ante posibles desbordes.
“No nos han reportado una situación crítica, hasta el momento”, acotó haciendo referencia a que las lluvias no han tenido la misma intensidad que antes.
El centro de operaciones para la atención a los afectados es la Mancomunidad del Trópico.
En principio, la idea era el traslado de ayuda vía aérea, pero tras el contacto con los dirigentes el apoyo se envío desde ayer y continuará hoy, vía terrestre. Serán los pobladores los que recojan y lleven los alimentos.
Entretanto, los datos departamentales dan cuenta de una cifra acumulada de 25.900 familias afectadas y 29.500 hectáreas de cultivos dañados, en diferentes regiones.
Según la autoridad de la Secretaría, hay zonas en las que ya se recuperan áreas agrícolas y familias retornan a sus viviendas.
LA ANGOSTURA Por otro lado, vuelven a cerrar las compuertas en La Angostura, que desfogó volúmenes que corresponden a más de la mitad de la capacidad de la represa.
El gerente de la Asociación de Usuarios del Sistema Nacional de Riegos (AUSNR) Número 1, Manuel Rocha, informó que ayer cerraron nuevamente las compuertas, que fueron abiertas después de 13 años, debido a que la acumulación de aguas amenazaba con un rebalse.
La presa tiene 7.30 metros de altura de agua almacenada, que representa 72 millones de metros cúbicos.
Su capacidad de almacenamiento es de 76 millones de metros cúbicos y desfogaron alrededor de 45 millones.
Este líquido sirve para regar los cultivos del Valle Bajo, Quillacollo, Tiquipaya, Colcapirhua y también a Cochabamba. Cuando abrieron las compuertas el río Tamborada y el Pampa Mayu amenazaban con desbordar en la zona de Pico de Loro, en Colcapirhua.
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